En el territorio de Belice (ex Honduras Británicas) se asentaron los itzaes, pueblo miembro del Imperio Maya, que se extendía por los actuales territorios del sur de México, Guatemala y Belice. Los mayas construyeron las ciudades de Lubaatún, Pusilhá y la denominada San José por los arqueólogos.
En 1502 Colón navegó hacia la bahía y la denominó Bahía de Honduras. España era nominalmente la potencia colonial de la región, pero nunca se adentró en Belice, donde encontró tenaz resistencia de los nativos. Por el Tratado de París de 1763 España permitió a los británicos iniciar la explotación maderera, autorización confirmada por el Tratado de Versalles de 1783. En 1798 los británicos controlaron la colonia, aunque España conservó su soberanía. En la década de1840 el país se convirtió en colonia de Inglaterra y pasó a llamarse Honduras Británicas.
Los primeros colonos en Belice fueron los Ingleses Puritanos, que atraídos especialmente por el cedro, el palo campeche y el palo de tinte, se instalaron en las regiones costeras y comenzaron a importar esclavos africanos para trabajar en la explotación de maderas. Al poco tiempo, los esclavos superaban en número a los europeos, y en 1784 apenas 10% de la población era de origen europeo.
La base étnica habría de volverse más heterogénea a comienzos del siglo XIX. Por esa fecha se instalaron inmigrantes garífunas en la costa sur de Belice. La Guerra de Castas que se desarrolló en Yucatán entre 1847 y 1901 arrojó decenas de miles de hispanoparlantes a la costa norte de Belice, al tiempo que varias comunidades mayas volvían a establecerse en el norte y el oeste. Los inmigrantes introdujeron cambios en las técnicas y desarrollo de la agricultura, que evolucionó tanto hacia el cultivo de subsistencia como hacia la producción de azúcar, bananas y cítricos. En las décadas de 1860 y 1870, los propietarios de plantaciones de caña de azúcar patrocinaron la inmigración de varios miles de trabajadores, desde China e India. A finales de ese siglo, indígenas mayas y kekchi, que escapaban de la opresión en Guatemala, establecieron comunidades autosuficientes en el sur y oeste de Belice.
A comienzos del siglo XX, la economía permanecía estancada y la administración colonial inhibía cualquier participación democrática. En 1931 un huracán destruyó gran parte de Ciudad de Belice. El mismo año, una serie de huelgas y manifestaciones de trabajadores y desempleados dio nacimiento a organizaciones sindicales y reclamos en favor de la democratización. La elegibilidad fue legalmente introducida en 1936, pero ésta estuvo seriamente restringida al sexo masculino y a requisitos de alfabetización y títulos de propiedad.
Cuando en 1949 el gobernador devaluó la moneda, los líderes sindicales y la clase media criolla se unieron para formar un Comité Popular que reclamaba cambios constitucionales. Gracias a este movimiento en 1950 se fundó el Partido del Pueblo Unido (PUP, por su sigla en inglés) dirigido por George Price, que se impuso de manera abrumadora en la primera elección en la que participó. En 1954 se aprobó la elección directa de representantes en el legislativo. En 1961 se adoptó un sistema ministerial de gobierno y en 1964 el país conquistó la autonomía interna, y Price pasó a ser primer ministro. El 1º de junio de 1973 el país pasó a llamarse Belice.
Guatemala afirmaba haber heredado de la corona española la soberanía y no reconocía la frontera entre Guatemala y Belice. En marzo de 1981, Guatemala y Gran Bretaña suscribieron un acuerdo de 16 puntos para la futura independencia de Belice a cambio de algunas concesiones al régimen guatemalteco, como el libre y permanente acceso al Océano Atlántico, la exploración conjunta del fondo marino, la construcción de oleoductos y un convenio antisubversivo. El 21 de setiembre el país declaró su independencia.
El paulatino desgaste del PUP y del gobierno de Price, cuestionado por su simpatía hacia las «revolucionarias» Cuba y Nicaragua, fue utilizado como argumento por el opositor Partido Democrático Unido (UDP), para ganar las elecciones de diciembre de 1984.
El nuevo primer ministro, Manuel Esquivel, un profesor de física educado en Estados Unidos, adoptó una política económica liberal y dio su apoyo al sector privado de negocios de importación y exportación, en manos de familias con muy escasa experiencia empresarial. Asimismo, empleó políticas favorables para los inversionistas extranjeros y atrajo capitales de Estados Unidos, Jamaica y México para el turismo, la energía y la agricultura.
La producción de caña de azúcar generaba el 50% de las divisas, pero las bajas del precio internacional impusieron dificultades. La industria sobrevivió gracias a las cuotas de importación garantizadas por Estados Unidos y la CEE, aunque éstas sólo absorbían el 60% de la producción. El resto se vendía con pérdidas.
En marzo de 1986 el primer ministro Esquivel impulsó un plan de «compra» de la ciudadanía beliceña destinado principalmente a comerciantes de Hong Kong. Según el plan, quien comprara bonos del gobierno por 25.000 dólares (cuyo valor real era de 12.500) obtendría de inmediato la ciudadanía de Belice.
En la década de 1980 el país recibió aproximadamente unos 40 mil refugiados salvadoreños, guatemaltecos, hondureños y nicaragüenses. A pesar de la tolerancia oficial, algunos funcionarios comenzaron a culpar a los inmigrantes del aumento del tráfico de marihuana y la delincuencia.
Al asumir la presidencia de Guatemala Vinicio Cerezo en 1986, las relaciones entre ambos países se modificaron sustancialmente. En diciembre de 1986, el Gobierno de Cerezo reanudó las relaciones con Gran Bretaña, interrumpidas a raíz de la reivindicación por parte de Guatemala del territorio de Belice. Se formó una Comisión Conjunta Permanente integrada por representantes de Belice, Guatemala y el Reino Unido a efectos de buscar una solución pacífica al problema.
A su vez, el personal de la embajada estadounidense en Belice se sextuplicó desde la declaración de independencia y el número de voluntarios de los Cuerpos de Paz era diez veces mayor que entonces. Dean Barrow, ministro de Relaciones Exteriores y Desarrollo Económico, admitió la dependencia de su país frente a los Estados Unidos aunque también aludió al Movimiento de Países No Alineados como uno de los vehículos utilizados por Belice para defender su derecho a la integridad territorial.
Se registró un espectacular crecimiento en la producción de la «brisa de Belice», una droga que se constituyó, según algunos economistas extranjeros, en el principal producto exportable del país. Se calculaba que unas 700 toneladas por un valor no inferior a los 100 millones de dólares fueron a Estados Unidos, y su valor en el mercado era 10 veces mayor. El área de cultivo aumentó por lo menos 20% pese a la campaña de fumigación financiada por Washington.
En las elecciones generales de setiembre de 1989, George Price retornó al poder en virtud del triunfo del PUP. Dos años más tarde, el presidente de Guatemala, Jorge Serrano Elías, reconoció oficialmente la soberanía y autodeterminación de Belice. Como contrapartida, el Gobierno de Belice concedió a Guatemala libre acceso al golfo de Honduras.
Un gran número de haitianos se sumaron a los inmigrantes que engrosaban la mano de obra agrícola, mejor paga que en su país de origen. La inflación de un dígito y una distribución más pareja de la renta fue estímulo para la inmigración. Los inmigrantes accedieron a la salud y la educación. Esta sobrecarga para la seguridad social provocó la resistencia de los beliceños, que comenzaron a exigir la deportación de los inmigrantes.
La producción de banana, caña de azúcar y cítricos creció hasta ocupar 40% de la población activa y representar 80% de las exportaciones. El turismo se constituyó en el sector de mayor potencial; descubrimientos arqueológicos de la cultura maya atrajeron a muchos turistas.
En las elecciones de junio de 1993 el PUP fue derrotado por el UDP, liderado por Manuel Esquivel y dominado por los mestizos. El gobierno formó un grupo de asesores económicos con el fin de estudiar incentivos para el mercado de capitales y el turismo, así como la creación de más zonas francas.
Las elecciones generales de agosto de 1998 dieron la victoria al PUP, el primer ministro pasó a ser Said Wilbert Musa. El UDP quedó reducido a 3 bancas.
El 24 febrero de 2000, cuatro miembros de las fuerzas de seguridad de Belice fueron aprehendidos en Guatemala por haber presuntamente invadido el territorio de ese país. El incidente agudizó las diferencias entre Belice y su vecino. Casi de inmediato, la Mancomunidad del Caribe, CARICOM, acusó al gobierno guatemalteco de invadir territorio y secuestrar ciudadanos beliceños.
En 2001 el huracán Iris enterró pueblos enteros y arrasó con bosques y plantaciones de banano, dejando, además de una veintena de muertos, más de 13 mil personas sin hogar.
El 7 de febrero de 2003 Belice, Guatemala y Honduras firmaron un acuerdo, bajo la supervisión de la OEA, para proporcionar a Guatemala acceso al Mar Caribe. A su vez, se estableció una comisión tripartita encargada de administrar la pesca en el Golfo de Honduras.
El 15 de abril de 2005 estallaron huelgas y protestas contra los recortes presupuestarios y la corrupción en el gobierno de Said Musa. Las mismas dejaron un saldo de 37 heridos, entre ellos 10 policías, y al país sin telecomunicaciones. Musa, quien señaló que el sistema de telecomunicaciones había sido «derribado», en un acto de «vandalismo y sabotaje», por técnicos de la principal telefónica (que había sido privatizada y gran parte de la población quería volviera al Estado), culpó a la oposición de estar detrás de los hechos. Las manifestaciones, en un comienzo pacíficas, iniciadas por estudiantes de secundaria de la capital se vieron engrosadas por manifestantes menos pacíficos que bloquearon calles y vías y que luego saquearon comercios. Más de 100 manifestantes fueron arrestados.
Tras encontrarse atascadas desde tres años atrás, en febrero de 2006 se retomaron las negociaciones para alcanzar un acuerdo en la larga disputa territorial que mantenían Belice y Guatemala respecto a las aguas jurisdiccionales. El acuerdo final al que arribasen sería sometido a consulta popular en ambos países y, en caso de no alcanzarse consenso, intervendría un tribunal de arbitraje de la OEA.
Asumiendo el rol de puente entre la CARICOM y el Sistema de Integración Centroamericano (SICA), Belice organizó, en mayo de 2007, la segunda cumbre CARICOM-SICA de jefes de Estado y de Gobierno. En el encuentro, se analizó la posibilidad de ampliar el Acuerdo de Libre Comercio (ALC) CARICOM-Costa Rica para lograr un ALC CARICOM-SICA.