Gran Bretaña transfirió la isla a Australia en 1958 y sus residentes fueron aceptados como australianos desde 1981; en 1984 se les extendieron beneficios sociales y derechos políticos y en 1985 se les impuso el impuesto a la renta.

La minería de fosfato, eje de la actividad económica y única fuente de empleo, fue cerrada en 1987 y reabierta por privados en 1990 bajo estrictas medidas de preservación ambiental. Dos tercios de la isla fueron declarados parque nacional y desde 1991 el gobierno procura generar alternativas económica en el turismo. En 1993 abrió un casino privado con apoyo estatal, que debió cerrar en 1998 por dificultades económicas. También se ha considerado la posibilidad de establecer una base de lanzamiento espacial.

En enero de 2003, una joven iraquí, que había sido detenida en la isla, fue trasladada a un hospital de Australia occidental, donde murió. Los niveles extremadamente altos de cadmio que ahí se registran –que impiden el crecimiento de la vegetación– convierten a la isla en un lugar inadecuado para recibir refugiados.

El gobierno indonesio reclamó a Australia, en marzo de 2006, por el otorgamiento de 42 visas temporarias a separatistas de Papua, quienes fueron alojados en Christmas. Los refugiados pretendían ser trasladados rápidamente a Melbourne.

El gobierno australiano decidió, en mayo de 2007, que reabriría el hotel cerrado en 1998, pero sin el casino que, según declaraciones oficiales, «la isla no necesita».