En un principio la isla estaba habitada por tribus arawaks. En el siglo XIV, con la llegada de los caribes, los arawaks fueron prácticamente exterminados y los pocos sobrevivientes se vieron obligados a abandonar de la isla.

El domingo 3 de noviembre de 1493, el navegante de origen genovés Cristóbal Colón, durante su segundo viaje a América, llegó a una isla que bautizó Dominica (haciendo referencia al día en que arribó) y la convirtió en posesión española. Durante el 1500, barcos españoles arribaron frecuentemente a la isla para intentar asentarse en ella, pero la gran resistencia de los caribes motivó que España renunciara a su intento de colonización.

En 1627 la corona británica comenzó sus intentos de hacerse con la isla pero también falló. Al igual que en otras islas del Caribe, la población indígena fue poco a poco exterminada. Pese a la resistencia ante el intento europeo de colonización, registros fidedignos señalan que para 1632 sólo habían sobrevivido en la isla unos mil caribes.

Finalmente, en 1635, la isla pasó al dominio de los franceses, quienes introdujeron el café y el algodón y comenzaron a explotar la caña de azúcar. Los bosques fueron arrasados para dar lugar a las plantaciones, labradas por miles de esclavos traídos desde África.

Franceses e ingleses se disputaron el control de la isla hasta 1763, año en el que Francia cedió la posesión al Reino Unido, que la convirtió en colonia en 1805.

La influencia gala se mantiene hasta hoy. Se refleja en la persistencia de la religión católica, que sigue siendo mayoritaria, y en el habla popular, el creole basado en el francés y en lenguas africanas.

De los ingleses Dominica hereda, tras cinco siglos de colonización, una economía de base agrícola, subdesarrollada y monoexportadora. Las bananas son el único rubro de exportación significativo y a su producción se destinó la mayor parte del suelo, después que el cultivo de azúcar dejara de ser rentable.

Tras la emancipación de los esclavos africanos en 1834 se interrumpieron las relaciones con el Imperio Británico. En 1838 Dominica se convirtió en la primera y única colonia británica del Caribe en contar con una legislatura dominada por los negros. En 1896, los británicos retomaron el control de la isla y fue convertida en Colonia de la Corona. Cincuenta años más tarde se convirtió en provincia de la Federación de las Indias Occidentales de 1958 a 1962.

El modelo político adoptado por la isla cuando logró autonomía interna en 1967 es también parte de la herencia británica. La Constitución de ese año estableció la «libre asociación» con Gran Bretaña de los Estados Asociados de las Antillas Occidentales. Gran Bretaña se reservó la responsabilidad de defensa y relaciones de todos ellos y cada isla eligió un gobierno propio, dentro de un sistema federal cuya sede estaba en Barbados. El Consejo Legislativo fue reemplazado por la Cámara de la Asamblea, el administrador fue sustituido por un gobernador y el ministro jefe fue rebautizado primer ministro.

A partir de 1975 cada uno de los Estados Asociados de las Antillas Occidentales negoció por separado su independencia de Gran Bretaña. En el caso de Dominica las gestiones estuvieron a cargo del primer ministro laborista Patrick R. John. En 1978 el parlamento inglés aprobó el nuevo estatuto de la isla y el 3 de noviembre de ese año, 485 años después de la llegada de Colón, Dominica se convirtió en estado independiente.

En mayo de 1979 hubo una cruenta represión contra manifestaciones de protesta por dos decretos restrictivos de la libertad sindical y de prensa. Simultáneamente se revelaron algunos secretos de John: su participación en un proyectado ataque mercenario a Barbados y planes para proveer al régimen sudafricano de petróleo refinado en Dominica. En medio de un clima de violencia creciente la oposición política se nucleó en torno al Comité de Salvación Nacional, que exigía la renuncia inmediata de John, la designación de Oliver Seraphine como primer ministro provisorio y la realización de elecciones. La oposición convocó a una huelga general que se mantuvo por 25 días. Finalmente John fue reemplazado por Oliver Seraphine, del ala progresista del laborismo y escindido del mismo por discrepancias con el gobierno.

En julio de 1980 se realizaron elecciones. Con amplia mayoría parlamentaria, la señora María Eugenia Charles se convirtió en la primera mujer al frente de un gobierno en el Caribe. En 1985 el Partido de la Libertad (DFP) de la señora Charles obtuvo 15 de los 21 escaños del Parlamento, a pesar de que la oposición pidió se investigara una donación de 100 mil dólares de la CIA por la presunta colaboración del gobierno en la invasión estadounidense a Granada.

La tercera elección después de la independencia la ganó el oficialismo, que obtuvo 11 de las 21 bancas. El PLUD de Edison James, obtuvo 6 escaños y el Partido Laborista de Douglas se alzó con los 4 restantes.

En 1990, la primera ministra suscribió con sus colegas de San Vicente, Santa Lucía y Granada –James Mitchell, John Compton y Nicolas Brathwrite respectivamente– un acuerdo para crear un nuevo estado que reúna las cuatro islas. A esos efectos, comenzó a funcionar en el mismo año una Asamblea Constituyente Regional del Caribe Oriental, integrada por representantes gubernamentales, religiosos y organizaciones sociales representativas.

El proyecto integrador se inscribe en el marco del Tratado de Chaguaramas, que propone la unidad de toda la comunidad caribeña de habla inglesa. Tres islas (San Cristóbal, Montserrat y Antigua) se negaron a sumarse al proceso. También se pronunciaron en contra los partidos de oposición de Granada y Santa Lucía. Los siete miniestados del Caribe Oriental poseen un Banco Central común, que acuña una misma moneda.

En 1991, el gobierno decidió una serie de medidas para reactivar la economía nacional, concentrando sus esfuerzos en los sectores de la agricultura y las comunicaciones.

En abril, la primera ministra escapó de una moción de censura presentada por el PLUD. A fines de 1991, Eugenia Charles intentó imponer una legislación prohibiendo al funcionariado manifestarse contra el gobierno.

En abril de 1994 la decisión del gobierno de aumentar el número de permisos de vehículos de transporte generó protestas y desórdenes en Roseau. La primera ministra acusó a la oposición de intentar forzar elecciones adelantadas y la crisis duró hasta la firma de un acuerdo el 6 de mayo.

En el mismo mes, Dominica decidió votar en contra del establecimiento de un santuario de ballenas en el Atlántico Sur. Por esta actitud, el país fue amenazado con un boicot turístico de la Coalición Internacional para la Vida Silvestre. La medida, que hubiera afectado seriamente la economía de la isla –que depende principalmente del turismo–, no fue puesta en práctica.

En junio de 1995 el PLUD ganó las elecciones, conquistando 11 de las 21 bancas en el Parlamento. El nuevo primer ministro, Edison James, decidió impulsar la industria bananera y privatizar empresas estatales para invertir en infraestructura social.

En agosto y setiembre de ese año, una serie de huracanes y tormentas tropicales devastó las plantaciones y los proyectos de exportación. Casas, puentes, rutas, hoteles e instalaciones públicas también fueron destruidos y debieron ser reconstruidos, insumiendo importantes recursos.

En 1998 la Asamblea designó a Vernon Lorden Shaw, un funcionario público retirado, como el séptimo presidente de Dominica. Shaw se comprometió a a recomponer las fuentes de ingreso del país, afectadas en gran medida por desastres climáticos y por la crisis económica global. Ese año el gobierno anunció planes para convertir al país en el principal proveedor de servicios financieros offshore «no sólo en el Caribe, para el mundo entero».

Rosie Douglas fue designado primer ministro en febrero de 2000. Ese mismo mes, Dominica y Cuba firmaron un acuerdo de coordinación y consulta bilateral para fortalecer la cooperación cultural, social y política. La cooperación cubano-dominicana en el plano educacional se extendería al turismo.

Sorpresivamente, a la edad de 58 años, Douglas falleció el 1º de octubre, siendo sucedido en su cargo por Pierre Charles, líder del partido laborista. Charles había llamado la atención en la arena política después de criticar la invasión estadounidense a Granada en 1983 y en años más recientes criticando el embargo que el mismo país impuso a Cuba y la intervención en Afganistán.

En febrero de 2002 se aprobó una ley contra el lavado de dinero a fin de permitir a los investigadores extranjeros examinar cuentas en bancos offshore. En mayo Charles anunció la crisis económica y financiera que afectaba al país, las bajas exportaciones y la baja afluencia de turistas, imponiendo un presupuesto austero para estimular la economía.

En las elecciones nacionales de octubre de 2003 Nicolás Liverpool fue elegido presidente.

En enero de 2004 Pierre Charles falleció a los 49 años de edad. El Partido Laborista escogió al ex docente Roosevelt Skerrit como sucesor de Charles.

Dominica estableció en marzo relaciones con China, poniendo fin a los lazos con Taiwán, que habían durado veinte años. Beijing se había comprometido a dar a la isla 122 millones de dólares, en concepto de ayuda, para los siguientes cinco años. Eugene Chien, ministro de Relaciones Exteriores de Taiwán, condenó lo que llamó «la diplomacia del dólar» de China.

En abril la transnacional WRB Enterprises Ltd. adquirió el 72% de la compañía eléctrica nacional, Domlec, a pesar de los esfuerzos del Banco Mundial (BM) para desalentar las negociaciones. El BM adujo que la venta atentaba contra las tarifas públicas y la estabilidad fiscal buscada por Dominica.

En las elecciones parlamentarias de mayo de 2005, el gobernante Partido Laborista ganó 12 de los 21 escaños en disputa, mientras que el Partido Unido de los Trabajadores conquistó 8. Hubo un escaño para un candidato independiente.

Skerrit se mantuvo al frente del gobierno al ganar las elecciones generales del 5 de mayo de 2006. El objetivo principal del gobierno para el siguiente período, según señaló Skerrit, sería la eliminación de las restricciones que le impedían ingresar al Mercado Único del Caribe (MUC).

Skerrit se mantuvo al frente del gobierno al ganar las elecciones generales del 5 de mayo de 2006. El objetivo principal del gobierno para el siguiente período, según señaló Skerrit, sería la eliminación de las restricciones que le impedían ingresar al Mercado Único del Caribe (MUC).

Un programa de coordinación y cooperación militar entre la estadounidense Guardia Nacional de Florida y el Sistema Regional de Seguridad (SRS) se firmó en mayo de 2007. El SRS, nacido tras de la invasión de Estados Unidos a Granada en los años 1980, reúne a siete islas caribeñas.