Los primeros pobladores del valle del río Gambia llegaron desde el actual Senegal, atraídos por la costa propicia para la navegación y el comercio. Se establecieron a lo largo del río, donde practicaron una agricultura de subsistencia.
En el siglo XV el territorio fue colonizado por la etnia mandinga que, asociada con el Imperio de Malí, fundó en el valle del Gambia numerosos reinos que controlaron el comercio costero y lograron un gran desarrollo económico y cultural.
La llegada de navegantes portugueses en 1455 provocó la desviación de la mayor parte del comercio interior hacia la costa atlántica. Gambia se convirtió para los lusitanos en puerta de salida para sus metales preciosos y enclave próspero en la ruta a Oriente que controlaban.
En 1618 la corona portuguesa vendió sus derechos comerciales y territoriales al Imperio Británico que, en pleno desarrollo de su flota, trataba de recuperar terreno en la lucha por las colonias.
Comenzó entonces un conflicto que enfrentó a Gran Bretaña y Francia (que poseía todo el actual Senegal) por más de 200 años. A partir de 1644 el enclave costero se utilizó como «cantera» de esclavos: los mercaderes británicos establecieron alianzas con los príncipes del interior del territorio con el fin de obtener esclavos para las colonias británicas o venderlos a otras potencias coloniales.
Gran Bretaña se limitó a establecer en el territorio un precario puesto de comercio fundado en 1660. Las disputas por cuestiones de límites entre británicos y franceses crecieron en intensidad en el transcurso del siglo XVIII.
A lo largo del siglo XIX se sucedieron las guerras religiosas que culminaron con la completa islamización del país y el aumento de la inmigración musulmana desde distintas regiones del África.
Con la supresión del tráfico de esclavos el enclave perdió toda significación económica. Como contrapartida, la colonia ganó importancia estratégica por estar inserta en el medio de Senegal, pieza clave de la dominación francesa en el África subsahariana. Empero, la esclavitud siguió existiendo dentro de la colonia hasta el siglo XX, y no fue prohibida hasta 1906.
En 1889 Francia y Gran Bretaña llegaron a un acuerdo sobre los límites de sus respectivas colonias, garantizando la paz en la región y el reconocimiento formal, por parte de las otras potencias europeas, de la soberanía británica sobre el territorio de Gambia.
La condición de territorio colonial británico se mantuvo sin modificaciones a lo largo de la primera mitad del siglo XX. En 1963, Gambia obtuvo del poder colonial cierta autonomía administrativa en el marco del proceso de descolonización iniciado tras la Segunda Guerra Mundial.
En 1965 Gambia obtuvo la independencia y se integró al Commonwealth británico. En el momento de convertirse en Estado independiente hubo quienes consideraron que por su realidad étnica, cultural y económica, no constituía una nación propiamente dicha.
Tras la independencia las estructuras sociales y económicas no cambiaron. La exportación de maní continuó siendo preponderante para la economía. Las estructuras sociales tradicionales mantuvieron tal vigencia que inclusive fueron consagradas en la Constitución de 1970, que garantizó bancas legislativas a 5 caudillos regionales.
El médico veterinario Dawda Jawara, fundador del Partido Popular Progresista (PPP), dominó la política de Gambia desde la década del 60. Triunfó en las elecciones de 1962, pero no ejerció el gobierno debido a un voto de desconfianza de la oposición. Ganó nuevamente en 1970, cuando el país proclamó la República y adoptó el sistema presidencialista.
El éxito del libro Raíces, de Alex Haley, dio a Gambia renombre. A partir de 1975 se convirtió en un centro turístico importante, con lo que aumentaron la prostitución y el tráfico de drogas.
Debido a la escasa vigilancia de sus fronteras, Gambia se convirtió en puerta de salida para el contrabando de África Occidental. A través del puerto de Banjul se exportaba e importaba ilegalmente buena parte de la producción agrícola de Senegal. Esta estrecha asociación económica llevó al gobierno de Jawara a aceptar, en 1973, un proyecto de unión con Senegal.
En julio de 1981, opositores musulmanes intentaron derrocar a Jawara, con la pretensión de implantar un régimen revolucionario islámico y terminar con la corrupción oficial. La rebelión fue sofocada por tropas de Senegal que entraron en Gambia a pedido del presidente, que en ese momento estaba en Londres.
El proyecto de unión con Senegal quedó pendiente hasta 1982, pero la intentona golpista hizo que los dos países decidieran precipitar la creación de una confederación llamada Senegambia.
Senegambia existió oficialmente desde febrero de 1982 hasta fines de 1989. La dirigió un presidente, Abdou Diouf, de Senegal, un Consejo de ministros confederado y un parlamento binacional. El tratado aseguró a Jawara la protección ante posibles rebeliones internas, y Senegal pudo comenzar a ejercer un mayor control de la evasión de divisas por contrabando. Ambos países mantuvieron su particularidad y su organización interna.
A partir de 1985 Jawara fue dilatando la consolidación de vínculos con Senegal e incumplió acuerdos sobre apoyo militar. A fines de 1989 Gambia firmó con Nigeria un pacto de defensa mutua que significó, en los hechos, la disolución de Senegambia.
Las relaciones se recompusieron en 1991 con la firma de un tratado de amistad y cooperación, pero no se reinstauró la confederación.
En 1993, la agricultura y el turismo fueron golpeados por las consecuencias de la crisis europea. El comercio con Senegal se vio perjudicado por la decisión del Banco Central de los Estados de África Occidental de no financiar más negocios en base al franco CFA fuera del área de los países integrantes de este sistema monetario. Ese mismo año, el Gobierno, en un intento de reconciliación nacional, amnistió a miembros de movimientos insurgentes que pugnaban por derrocarlo.
En julio de 1994, un golpe militar conducido por Yahya Jammeh desplazó al presidente Jawara, que se asiló en Senegal luego de alojarse en un buque de guerra estadounidense que visitaba el país. La presencia de ese barco en Banjul sugirió la complicidad de Estados Unidos con los militares.
Dos miembros del Consejo Ejecutivo Provisorio de las Fuerzas Armadas fueron arrestados en enero de 1995 por intentar devolver el gobierno al poder civil. En marzo, Jammeh arrestó también al ex ministro de Justicia y fiscal general por promover el retorno del poder a los civiles. En noviembre, la Junta Militar amplió los poderes de las fuerzas de seguridad.
En agosto de 1996, tras un referéndum, se aprobó la nueva Constitución y Jammeh, hasta entonces jefe de la Junta de Gobierno de la Fuerzas Armadas, se convirtió en el segundo presidente electo de Gambia. Las detenciones de líderes musulmanes fueron frecuentes en 1998.
En mayo de 1999, el opositor Ousainou Darboe (UDP) acusó al gobierno de arrestar a sus partidarios y de mantener una democracia con leyes «mentirosas».
En setiembre, Jammeh criticó a la ONU su «poca responsabilidad en los conflictos que enfrenta África». Un mes después, la Unión de la Prensa denunció medidas gubernamentales contra la libertad de prensa (allanamientos de sus edificios, así como la potestad del ministro de Información para revocar sus permisos). Las fuerzas de seguridad desarticularon un presunto intento de golpe de Estado en enero de 2000 y detuvieron a dos oficiales acusados de liderarlo.
Gambia, junto a otros 44 países –la mayoría africanos– perdió su derecho a voto en la Asamblea Nacional de la ONU el 2 de febrero de 2000, por atrasarse en el pago de su deuda con el organismo.
La Comunidad de Estados de Sahel-Sahara (COMESSA) aceptó el ingreso de Gambia, Senegal y Djibouti. Los ahora once miembros acordaron no interferir en los asuntos internos de los restantes socios ni asistir a fuerzas hostiles a cualquiera de ellos.
Ante la proximidad de nuevos comicios, el presidente decidió levantar la proscripción a los partidos políticos. En octubre de 2001, Jammeh triunfó en las elecciones presidenciales, aprobadas por observadores internacionales. Sin embargo, la oposición formuló duras acusaciones de fraude.
En mayo de 2002 el Parlamento aprobó una ley sobre medios de comunicación que violaba la Constitución de 1997. Establecía la creación de un organismo con la potestad de registrar a todos los periodistas, obligarlos a revelar sus fuentes, aplicar multas por la publicación de notas «no autorizadas» y clausurar periódicos si las órdenes eran desobedecidas.
En diciembre de 2003 se desató un escándalo conocido como «Babagate». Baba Jobe, miembro de la Asamblea Nacional por el partido de gobierno, el APRC, y antiguo socio del presidente Jammeh, fue arrestado bajo cargos de lavado de dinero y estafa.
En enero de 2004, cinco altos funcionarios del Banco Central fueron acusados de múltiples delitos económicos contra el Estado, vinculados con la malversación de casi 9 millones de francos suizos destinados a estabilizar la moneda gambiana, que terminaron financiando a cuatro empresas privadas mediante contratos ilegales. El accionista principal de dos de estas empresas era Baba Jobe.
Jammeh anunció en febrero el descubrimiento de petróleo «en cantidades muy grandes», citando un completo estudio realizado en las costas y en tierra firme de Gambia. Añadió que, basándose en el estudio, se procedería a «experimentar» en los territorios donde se dieron los hallazgos. Gambia carece de industria petrolera y experiencia en ese campo.
En diciembre, el periodista Deida Hydara, co-propietario del periódico The Point y corresponsal de una agencia extranjera, fue asesinado a balazos. En los meses previos habían ocurrido varios atentados contra medios de prensa y periodistas, que no habían sido investigados seriamente. La organización Reporteros sin Fronteras sugirió que los ataques parecían formar parte de una campaña del gobierno contra la prensa independiente.
Durante una visita de Jammeh a Brasilia en febrero de 2005, Gambia y Brasil firmaron varios convenios de cooperación, incluyendo un acuerdo para que la petrolera estatal brasileña Petrobras ayudase a Gambia en la explotación del petróleo descubierto en 2004.
En marzo de 2006, varios militares y civiles fueron detenidos bajo sospecha de participar en un intento de golpe de Estado liderado por el jefe del estado mayor del ejército, teniente coronel Mbure Cham, quien según el Gobierno había escapado hacia Senegal. Entre los detenidos se encontraban el ex jefe de Inteligencia, Abdulaye Kujaby, y el ex director del Tesoro, Alieu Jobe.
El presidente Jammeh criticó públicamente, en julio de 2007, las iniciativas tendientes a alcanzar un gobierno de unidad africano. «Alguien quiere convertirse en emperador de África, pero Gambia no será colonizado dos veces», especificó Jammeh.