Con 20 mil años de evolución histórica y dos milenios de vida urbana en el territorio del actual México los mesoamericanos desarrollaron civilizaciones avanzadas, como la olmeca, la teotihuacana, la maya y la mexica, que alcanzaron considerables logros en las artes, la ciencia y la técnica, y elaboraron complejas formas de organización política y social. La Civilización Olmeca (1200-200 a.C.) se desarrolló en las costas (donde actualmente están los estados de Veracruz y Tabasco). A pesar de que carecían de suministro local de piedras, erigieron enormes edificaciones (La Venta, San Lorenzo, Tres Zapotes); también crearon un complejo calendario. Alrededor de 1200 a.C. mostró su esplendor la cultura maya, que desarrolló complejos sistemas matemáticos y astrológicos, y erigió varias ciudades de compleja arquitectura. Para 1400 d.C. el Estado maya se había resquebrajado y casi desvanecido, dejando tras de sí una asombrosa colección de centros ceremoniales y ciudades. En el valle de Oaxaca, cerca del año 900 a.C., florecieron los zapotecas, grandes constructores y artesanos. La cultura mixteca conquistó a los zapotecas y se desarrolló en los alrededores de Mitla y Yagul. En los primeros años del siglo XV, los mixtecas se convirtieron en vasallos del poderoso Imperio Azteca. Estas dos culturas perviven hoy en el estado de Oaxaca, actualmente habitado por dos millones de sus descendientes.
Se cree que los toltecas, una civilización de poderosos guerreros, procedían de la cultura teotihuacana. Ocuparon el norte del valle de México desde el 950 hasta 1300 d.C y construyeron una de las más impresionantes ciudades de México: Tula. Estos maestros artesanos habrían de influir luego sobre las culturas maya y azteca. Por casi 200 años (1345-1521), la Civilización Azteca dominó México y se encontraba floreciente cuando llegaron los conquistadores españoles, liderados por Hernán Cortés, en 1519. El Imperio Azteca utilizó un elaborado sistema impositivo para subyugar un enorme territorio que se extendió incluso hasta zonas de Centroamérica. Los aztecas adoptaron gran cantidad de elementos de las culturas olmeca, tolteca y maya, y el imperio alcanzó complejas dimensiones religiosas, lingüísticas, arquitectónicas y militares.
El poderoso imperio tuvo repentino fin en 1521, cuando Hernán Cortés sacó partido de la lucha interna entre los aztecas y varios pueblos forzados a pagarles tributo. Tras matar a Moctezuma II, emperador de los aztecas, Cortés fue expulsado, pero regresó y puso sitio a la capital, Tenochtitlán, con la ayuda de un inmenso ejército liderado por los tlazcaltecas. Cuando cayó la ciudad, Cortés inició la cristianización e hispanización de la población indígena.
En el siglo XVII se definieron las principales estructuras económicas de la Nueva España. Surgió la hacienda como unidad productiva básica y la minería se convirtió en el centro de la economía colonial, que cubría las necesidades de oro y plata de la metrópoli. La población indígena fue explotada y diezmada por el trabajo y las pestes. Hacia 1800, México se había convertido en uno de los países más ricos del mundo; un país de «mucha riqueza y máxima pobreza».
Después de casi tres siglos de dominación colonial, en 1810 se inició la lucha independentista, dirigida principalmente por criollos, descendientes de españoles. Entre ellos se destacaron los curas Miguel Hidalgo y José María Morelos. El movimiento se transformó en causa popular y nacional, al incorporarse indígenas y mestizos a las filas rebeldes. Fue aplastado por los ejércitos reales. Pero la revolución liberal en España cambió radicalmente el panorama. Los peninsulares establecidos en la colonia y el clero conservador sintieron amenazados sus privilegios y pactaron con los revolucionarios sobrevivientes la proclamación de la independencia a cambio de garantías (Plan de Iguala). En 1821 el general Iturbide se proclamó emperador, pero rápidamente fue derrocado por el general Antonio López de Santa Anna.
México era entonces el país más extenso de Hispanoamérica, con una superficie de 4,6 millones de km2, lo que incluía las provincias centroamericanas, pero acosado por problemas económicos, políticos y sociales. En 1824, se promulgó una Constitución que establecía una república federal, consistente en 19 estados, cuatro regiones y un distrito federal. En 1836 Santa Anna, elegido presidente tres años antes, promulgó una nueva Constitución que eliminaba todo vestigio de federalismo y el estado mexicano de Texas, que albergaba a 30 mil ciudadanos estadounidenses, solicitó el apoyo y protección de Estados Unidos. Santa Anna, al comando de su ejército, venció a los texanos ese año en El Alamo, pero fue vencido por fuerzas estadounidenses que lo apresaron y posteriormente liberaron a cambio de un rescate.
En 1845, EE.UU. anexó Texas, lo que motivó la ruptura de relaciones diplomáticas con México, además de generar un litigio de límites, ya que Estados Unidos sostenía que la frontera sur de Texas era el río Bravo, si bien ésta siempre había sido considerada el río Nueces, situado más al norte. En 1846 el presidente estadounidense James Polk trató de forzar un acuerdo de límites y de comprar el estado de California, siendo ambas cosas rechazadas por México. Polk ordenó al ejército estadounidense ocupar las tierras disputadas entre ambos ríos, provocando así la guerra, que duró dos años con victoria de Estados Unidos. Los vencedores anexaron los territorios mexicanos al norte del Río Bravo e hizo que más de la mitad del territorio mexicano pasara a poder del país vencedor.
Entre 1821 y 1850 el país tuvo cincuenta gobiernos distintos. La inestabilidad no logró superarse con la primera contienda electoral. Como en muchos estados latinoamericanos, la burguesía mexicana se dividió en dos partidos, el liberal y el conservador.
La victoria de los liberales en 1857 consolidó la república y sentó las bases de laicidad y libre acción económica; implantó garantías individuales y expropió los bienes del clero. Pero los conservadores, con el apoyo de la iglesia, se levantaron en armas y el país se sumió en la Guerra de Reforma.
En 1861 el primer indio presidente, Benito Juárez, triunfó y restableció la unidad nacional. Pero su decisión de suspender el pago de la deuda pública provocó la intervención armada de Francia, Inglaterra y España. Estos últimos se retiraron, pero los franceses implantaron una monarquía, en un intento de contrapesar la influencia estadounidense en la zona. Maximiliano, archiduque de Austria, fue coronado emperador. La resistencia patriótica pronto reconstruyó los ejércitos republicanos y restauró a Juárez en el gobierno, en 1867.
En 1871 apareció el periódico El Socialista, dirigido por el obrero tipógrafo Juan de Wata Rivera. El 10 de setiembre este periódico publicó, por primera vez en América Latina, los estatutos generales de la Primera Internacional. En 1876 el general Porfirio Díaz, quien militó en las filas liberales contra la intervención francesa, tomó el poder y lo ejerció hasta 1911. Durante esos 35 años de dictadura, el país abrió sus puertas a los capitales extranjeros, se modernizó la economía y se acentuaron las desigualdades sociales.
En 1910 se inició la Revolución Mexicana en torno a las consignas de «sufragio efectivo y no reelección», con la dirección de Francisco Madero. Fue la primera revolución del siglo y de América Latina que, siendo popular, alcanzó el poder. En 1913, con la decisiva participación del embajador estadounidense Henry Lane Wilson, se organizó una conjura que terminó con el asesinato de Madero. La lucha armada tomó nuevo vigor en torno a los líderes Emiliano Zapata y Pancho Villa. Los principios de la Revolución fueron consagrados en la Constitución de 1917, promulgada por Venustiano Carranza, la más avanzada del mundo en su época y aún vigente. Pero la lucha armada entre las distintas fracciones revolucionarias continuó y en ella murieron los principales caudillos.
Las distintas corrientes revolucionarias se unificaron en 1929 en el Partido Nacional Revolucionario, creado por el presidente Plutarco Elías Calles y antecesor del actual Partido Revolucionario Institucional. En 1934 asumió Lázaro Cárdenas, continuador indiscutido y uno de los más importantes propulsores de la obra revolucionaria, cuyos pilares básicos fueron la reforma agraria, la nacionalización del petróleo –con la fundación de PEMEX–, la expropiación de los bienes de las empresas petroleras extranjeras, la industrialización del país y la universalización del sistema educativo. El que fuera Partido Nacional Revolucionario se transformó en Partido Revolucionario Institucional en un cambio que implicó un nuevo nombre y el abandono de los principios socialistas.
Las condiciones de la Segunda Guerra Mundial operaron como catalizador de la primera fase de la industrialización mexicana, que alcanzó un ritmo febril durante la presidencia de Miguel Alemán (1946-1952). Las transformaciones de este período alteraron el viejo equilibrio social: México seguía siendo predominantemente rural, pero ahora las ciudades concentraban el 40% de la población, todo esto en el marco de una explosión demográfica que el rápido desarrollo no logró absorber. Pero, además, la propiedad comunitaria de la tierra, que engendró en buena medida la conciencia revolucionaria del campesino, perdió terreno frente a un nuevo tipo de explotación individual, con una tendencia a reconstruir los grandes latifundios.
En la década siguiente, los herederos de Cárdenas –aunque no muy fieles a la integridad de las propuestas– lograron estabilizar los factores determinantes del éxito mexicano que, aunque relativo, sirvió para diferenciarlo en un continente postrado por el subdesarrollo y el estancamiento: una fuerte intervención estatal en la economía, alto volumen de inversiones públicas, equilibrio entre la industria liviana y la pesada, y el turismo.
En el marco de las Olimpíadas realizadas en México en 1968, el movimiento estudiantil organizó protestas denunciando la situación social del país. Una manifestación estudiantil en la Plaza de las Tres Culturas, también llamada plaza de Tlatelolco, fue reprimida a balazos por el ejército, que había ocupado puntos estratégicos y tenía orden de tirar a matar. Cientos de muertos y heridos hicieron la tristemente famosa «Matanza de Tlatelolco».
Durante la presidencia de José López Portillo (1976-1982) se descubrieron importantes yacimientos petrolíferos, que estrecharon la dependencia de México con EE.UU.. El país pasó a ser el primer proveedor de petróleo de su vecino del norte.
Miguel de la Madrid, que asumió la presidencia en 1982, llevó adelante una política de ajuste recomendada por el FMI. El corte de subsidios, la reducción del gasto público, la reestructura de la inversión pública y el establecimiento de un tipo de cambio dual, provocaron descontento popular y la primera derrota electoral del PRI desde su constitución, al no poder imponer sus candidatos municipales en dos grandes ciudades y en la capital federal, en las elecciones de junio de 1983.
Bajo la presión de la deuda externa, se acentuaron las tendencias de 1983: inflación creciente, pérdida de salario real, reducción de gasto público, deterioro de la producción y aumento del desempleo.
El terremoto de setiembre de 1985, que sepultó a más de 20 mil personas, agravó una situación que ya era acuciante. Una nueva reducción de la cuota de petróleo correspondiente a Estados Unidos obligó a generar alternativas de ingresos: una de ellas fue el turismo, otra, el apoyo a las «maquiladoras», industrias extranjeras establecidas en la frontera con EE.UU., exoneradas de impuestos y leyes sociales, permitiéndoseles volcar lo producido en el mercado interno.
La situación interna se fue complicando para el PRI. Se lo responsabilizó de fraude en las elecciones municipales de 1986 y, en la rama sindical, la aparición de una Mesa de Concertación Sindical independiente planteó un desafío al sector gremial del PRI, tradicionalmente hegemónico en el Congreso del Trabajo, la mayor coordinadora de federaciones del trabajo.
El 6 de julio de 1988 se realizaron elecciones nacionales con participación significativa de varios partidos, cosa que no ocurría desde 1910. Resultó ganador Carlos Salinas de Gortari, del PRI, que según datos oficiales obtuvo 50% de los votos (el porcentaje más bajo de su historia). La izquierda por primera vez se presentó como una alternativa real ante la hegemonía oficial del PRI. Cuauhtémoc Cárdenas –hijo de Lázaro Cárdenas– se puso a la cabeza de una coalición de grupos de orientación popular, –el Frente Democrático Nacional (FDN)–, desafiando al PRI. Cárdenas ocupó el segundo lugar con 31% de los votos, en unos comicios que la oposición calificó de fraudulentos debido a la alta abstención, 49,72 %.
En 1989 el FDN se dividió y Cárdenas fundó el Partido de la Revolución Democrática, compuesto por ex integrantes del PRI, comunistas y algunas organizaciones más pequeñas, mientras que el Partido Popular Socialista (PPS), el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana (PARM) y el Partido del Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional (PFCRN) se mantuvieron como organizaciones autónomas que llegaron a votar con el PRI en el parlamento.
La nueva administración resolvió abrir el país a las inversiones extranjeras y tomar medidas destinadas al control de la inflación, lo que fue recibido con beneplácito por el gobierno estadounidense. México inició contactos con EE.UU. para firmar un tratado de libre comercio, coincidiendo con la entrada del país al GATT y la autorización de inversiones extranjeras en empresas mexicanas, más allá del 49% estipulado por las leyes del país. En mayo de 1990 el presidente Salinas de Gortari privatizó la banca mexicana, que había sido nacionalizada ocho años antes.
En medio de acusaciones de fraude gigantesco por parte de la oposición, el PRI se proclamó ganador de los comicios legislativos de 1991 con 61,4% de los votos, lo que le permitió el control de la Cámara de Diputados y la facultad de realizar reformas constitucionales.
Una de ellas fue la reforma agraria aprobada en diciembre de 1991. Ésta estableció derechos de propiedad a campesinos que trabajaban tierras estatales, cedidas por la revolución de Zapata en 1917, en régimen de concesión de «ejidos». Según el PRI, el nuevo sistema procuró terminar con la importación de diez millones de toneladas de alimentos al año. De acuerdo con la oposición, la reforma –que permitía a los campesinos vender estas tierras– provocaría la expropiación de hecho de las pequeñas propiedades en beneficio del gran capital.
El 17 de diciembre de 1992, los gobiernos de México, Estados Unidos y Canadá firmaron el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (TLCN).
Durante la gestión de Salinas la inflación se redujo de un índice de tres dígitos a los nueve puntos registrados en 1993. Entre fines de 1988 y mediados de 1993, el Estado percibió unos 21 mil millones de dólares por privatizaciones. La deuda externa privada aumentó en 11 mil millones de dólares durante 1993.
El 1° de enero de 1994, el mismo día en que el TLCN entró en vigor, el desconocido Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), cuya fuerza había sido menospreciada por el gobierno, tomó cuatro cabeceras municipales del estado sureño de Chiapas y las declaró «zona liberada». Chiapas es uno de los estados con mayor población maya, el menos alfabetizado en castellano y el más pobre. Sin embargo, posee importantes reservas de petróleo y gas, de las que se extraía el 21% de la producción nacional de crudo.
Al comienzo el gobierno restó importancia al levantamiento. Cuando el número de muertos superó el millar –el ejército se había desplazado hacia la región– y se reiteraron las denuncias de ejecuciones sumarias, el gobierno, a instancias del obispo católico Samuel Ruiz y de las protestas de la sociedad civil nacional e internacional, aceptó dialogar y declaró unilateralmente el cese del fuego.
En febrero, la ciudad de San Cristóbal de las Casas fue sede del diálogo donde los rebeldes reclamaron reformas a los estatutos electorales, agrarios (aprobados en 1991) y al Código Penal, más otras tendientes a elevar la calidad de vida de los pueblos indígenas.
El candidato presidencial del PRI, Luis Donaldo Colosio, fue asesinado el 23 de marzo en Tijuana. Entre los involucrados aparecieron tres miembros de su guardia personal. El PRI nominó a Ernesto Zedillo candidato presidencial para las elecciones del 21 de agosto, en las que resultó electo con 49% de los votos.
En setiembre fue asesinado José Francisco Ruiz Massieu, secretario general del PRI, y en noviembre su hermano Mario renunció como fiscal, por entender que funcionarios del partido obstaculizaban la investigación criminal, acentuándose las sospechas de que importantes figuras del PRI, y también de la mafia de la droga, estaban involucradas en los asesinatos.
La economía continuó en ascenso hasta que el 20 de diciembre, por una rápida salida de capitales especulativos, el gobierno abandonó la política de depreciación gradual de la moneda. En pocos días el peso fue devaluado 42%, precipitando el colapso de las acciones en el mercado. La nueva crisis, conocida como «efecto tequila», cuestionó el modelo de liberalización impulsado por el FMI y amenazó a otras economías de la región.
Tras el fracaso de las negociaciones en Chiapas, en febrero Zedillo inició una ofensiva militar que tuvo que detener ante las protestas de diversas organizaciones internacionales. Las investigaciones sobre los crímenes de Colosio y Ruiz Massieu continuaron sin dar resultados.
Raúl Salinas de Gortari, hermano del ex presidente, fue arrestado en febrero como autor intelectual del crimen de Ruiz Massieu, y se pidió la extradición de Mario Ruiz Massieu desde EE.UU. por obstaculizar la investigación sobre la muerte de su hermano. La esposa de Raúl Salinas fue arrestada en Suiza en noviembre por usar documentos falsos mientras pretendía transferir fondos de la cuenta de su marido.
En setiembre de 1996, a siete meses de firmados los Acuerdos de San Andrés sobre Derecho y Cultura indígena entre los gobiernos federal y estadual y el EZLN –sobre la autonomía de los pueblos indígenas de México, principalmente–, los insurrectos pusieron fin a 16 meses de conversaciones de paz, acusando al gobierno de incumplirlos.
Cuauhtémoc Cárdenas fue elegido, en julio de 1997, nuevo alcalde de la ciudad de México, al tiempo que, en los mismos comicios, el PRD se convirtió en el partido de la oposición con más bancas en la cámara de diputados, superando al PAN. Junto al Verde Ecologista de México y del Trabajo, los cuatro partidos anunciaron la creación de una alianza opositora al PRI para la nueva legislatura, a partir del 1° de setiembre.
El 22 de diciembre fueron asesinados, en la comunidad de Acteal, municipio de Chenalhó, Chiapas, 45 indígenas tzotziles del grupo pacifista «Las Abejas», a manos de paramilitares con la complicidad de las fuerzas de Seguridad Pública. Esto determinó la renuncia del gobernador sustituto del estado, Julio Ruiz Ferro, y del secretario de gobernación, Emilio Chuayffet.
En lo que fue un hecho insólito en la historia del país, en agosto de 1999 el PRD de Cuauhtémoc Cárdenas y el derechista PAN liderado por Vicente Fox decidieron coaligarse para enfrentar la hegemonía del PRI, presentando un solo candidato para las elecciones de julio de 2000.
La coalición fracasó en diciembre, luego de que el PAN rechazara la propuesta de un grupo de «notables» sobre cómo elegir al candidato común de la eventual coalición. La derecha había opuesto 25 observaciones a una propuesta formulada por 14 personalidades independientes que sugirieron una elección primaria y cuatro encuestas para designar al postulante de los ocho partidos opositores.
Las reformas electorales abrieron el camino para las primeras elecciones realmente limpias en la historia del país. El PAN, finalmente, unió sus fuerzas con el Partido Verde y, en un sufragio histórico, Fox fue electo presidente en julio de 2000, poniendo fin a más de 70 años de poder absoluto del PRI.
Fox prometió combatir la corrupción, superar la desigualdad económica y proveer educación y servicios de salud para toda la población. Su primera gira por el cono sur apuntó a abrir la economía mexicana al comercio, especialmente de los países integrantes del Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay) y a Chile.
Ese mismo mes, Fox designó al ex senador Luis Alvarez como comisionado para la paz en Chiapas. Para entonces, las negociaciones de paz entre la guerrilla y el gobierno estaban suspendidas. Tal como lo había prometido durante su campaña, Fox ordenó el repliegue del ejército de las comunidades indígenas. El mandatario ratificó, además, que el primer proyecto que enviaría al poder Legislativo sería el referido a los derechos constitucionales para los indígenas. El subcomandante Marcos, líder de los rebeldes, aceptó retomar las conversaciones con el gobierno.
Entre el 24 de febrero y el 11 de marzo de 2000, una caravana de 24 delegados zapatistas viajó desde Chiapas hasta la capital del país para manifestar sus reclamos ante el Congreso (entre otros, garantías a legales, educación bilingüe, medios de comunicación que recogieran las particularidades de la cultura indígena, autonomía en el uso de la tierra y las costumbres). Luego de varias deliberaciones, los legisladores sancionaron reformas a la Ley Indígena (Ley de Cocopa), pero el EZLN rechazó la nueva norma porque no respondía en absoluto a las exigencias de los pueblos indios, y anunció que no reiniciaría el diálogo de paz.
Al profundizarse la crisis de la economía a fines de 2001, la popularidad del presidente, que no había cumplido su promesas –entre ellas la de crear un millón y medio de puestos de trabajo– cayó drásticamente. Miles de campesinos realizaron una marcha nacional en agosto para exigir soluciones para su sector, uno de los más golpeados. Tan sólo en la ciudad de México, 30 mil campesinos protestaron frente a las secretarías de Desarrollo Rural, de Economía, de Hacienda y de Agricultura.
En enero de 2002, la Corte Suprema de Justicia aprobó la despenalización del aborto en caso de que el embarazo fuera fruto de una violación, de una inseminación artificial no consentida o de que el feto presentase alteraciones genéticas o congénitas.
En mayo de 2003, El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ratificó una multa de 90 millones de dólares al PRI, por financiamiento irregular durante la campaña presidencial del año 2000. El TEPJF confirmó que el PRI recibió ilegalmente más de 45 millones de dólares de la petrolera estatal PEMEX, pasados a las arcas del PRI a través del sindicato de trabajadores de la empresa.
A pesar de ello, el PRI fue el gran vencedor en las elecciones parlamentarias de julio de ese año. El partido del presidente Fox perdió, asimismo, seis gobernaciones, en una elección marcada por el abstencionismo, que, en un nivel del 60%, se situó como el más alto en la historia electoral de México.
En agosto de 2003, Amnistía Internacional publicó un informe sobre el secuestro, violación, tortura y asesinato de más de 370 mujeres en Ciudad Juárez, estado de Chihuahua, ocurridos a lo largo de diez años, en lo que ha sido catalogado como un «feminicidio». Las «muertas de Juárez» reúnen en sí la triple vulnerabilidad de ser mujeres, pobres y jóvenes en una sociedad patriarcal y violenta. A pesar de la presión internacional, el Estado mexicano no solo no avanzó en la investigación de estas muertes sino que, en muchos casos, las demoró y entorpeció, realizando exámenes forenses incompletos o inadecuados, falsificando pruebas y obteniendo, mediante tortura, declaraciones de culpabilidad falsas.
En febrero de 2004, las autoridades federales arrestaron a Miguel Nazar Haro, ex titular de la Dirección Federal de Seguridad (DFS), acusado de participar en la desaparición forzada en 1975 de Jesús Piedra Ibarra, presunto miembro de una organización guerrillera de izquierda. Es este el primer arresto logrado por el fiscal especial nombrado por Vicente Fox en noviembre de 2001, para investigar y enjuiciar las violaciones de los derechos humanos cometidas durante gobiernos anteriores.
En abril Fox propuso reformas constitucionales que garantizarían, por primera vez, los derechos humanos en la Constitución mexicana. Las propuestas permitirían a las autoridades federales intervenir con mayor celeridad en casos como los cientos de asesinatos de mujeres en la Ciudad Juárez.
El fiscal especial, Ignacio Carrillo, que investigaba los asesinatos y desapariciones de personas durante la «guerra sucia» anunció, en enero de 2005, que presentaría cargos por genocidio contra unos 25 ex funcionarios de gobierno y militares en relación con la masacre de1968 en Tlatelolco.
Oscar Espinosa Villarreal, ex alcalde de Ciudad de México –1994 y 1997–, fue sentenciado en junio de 2005 a siete años y medio de prisión por malversación de millones de dólares de los fondos públicos durante su gestión, convirtiéndolo en uno de los más altos funcionarios mexicanos condenado por la justicia por delitos criminales.
El huracán Stan golpeó el sur del país en octubre de 2005, provocando la muerte de 42 personas.
Al menos siete personas resultaron muertas en mayo de 2006 en una serie de incidentes violentos entre campesinos y la policía debido a una serie de desalojos y expropiaciones de tierra, en San Salvador Atenco, 24 kms. al este de Ciudad de México. El subcomandante Marcos, del EZLN, que se encontraba recorriendo el país en la denominada «La otra campaña», con vistas a las elecciones de julio de ese año, declaró a su movimiento en alerta roja, debido a los incidentes y a la detención de numerosos miembros del EZLN durante los enfrentamientos.
Durante una gira, realizada a fines de mayo por Estados Unidos, Fox declaró que no apoyaba la migración de mexicanos indocumentados hacia EE.UU. y pidió una solución bilateral para el tema. Además, aseguró que México estaba dispuesto a efectuar ajustes a su propia política migratoria para salvaguardar sus límites fronterizos.
Washington comenzó, en junio, la colocación de cientos de cámaras en la frontera de México con Texas, para filmar y transmitir, vía internet, imágenes en directo de la frontera. De esa forma, cualquier persona que se encontrase conectada a internet podría oficiar de «patrullero virtual» e informar a las autoridades estadounidenses si veía inmigrantes intentando cruzar la frontera.
Las elecciones presidenciales de julio desataron una crisis que puso en riesgo al sistema electoral. El resultado fue notablemente ajustado, apenas una diferencia de 0,57%. Finalmente, tras dos meses de revisiones, el Instituto Federal Electoral (IFE) declaró vencedor al candidato del PAM, Felipe Calderón, sobre el centroizquierdista Andrés López Obrador. Inmediatamente después de conocido el resultado, López Obrador presentó un recurso legal, denunciando fraude y reclamando un recuento manual de la totalidad de los votos y, de ser necesario, nuevos comicios. El IFE reconoció que habían existido algunas irregularidades pero aseguró que éstas no justificaban un nuevo llamado a elecciones.
En 2007, la BBC publicó datos alarmantes sobre la violencia doméstica contra las mexicanas. Entre el año 2000 y 2006 seis mil mujeres y niñas habían sido asesinadas en el país. Esto significaba unas mil mujeres por año, más detalladamente una muerte cada ocho horas, cifra comparable a la de un país en guerra. Según BBC, el fenómeno ocurría tanto en las ciudades como en zonas rurales, y en todos los niveles socioeconómicos.