África Sudoccidental fue ocupada primero por los grupos étnicos san (bosquimanos) y khoikhoi; al norte por los ovambo y los herero de lengua bantú. Más tarde el pueblo nama, conocido como la Nación Roja, se instaló en el territorio sureño y vivió de la cría de ganado, manteniendo una fuerte unión entre los clanes. Muy vinculados a ellos, los damara, provenientes de África Central, combinaban el arreo de manadas con la caza y la fundición de cobre. En las regiones del centro y el noreste, los herero se organizaron en clanes y alianzas, a menudo presididas por un jefe supremo. Los ovambo, agricultores con varios reinos sobre el río Kunene, fueron una amenaza constante para la unidad de los herero.

Árido y escasamente poblado, el desierto de Kalahari no era atractivo para la colonización europea. En 1670, misioneros alemanes, comerciantes y balleneros noruegos comenzaron a llegar a la costa y algunos se aventuraron tierra adentro. Los conflictos originados por el comercio entre los clanes se tornaron violentos, facilitando la tarea de conquista de la tribu oorlam nama, que llegó a principios del siglo XIX, procedente de El Cabo. Su tecnología militar, inspirada en la de los afrikaaners, que incluía caballos, rifles y un modelo de organización basado en pequeños mandos, le permitió dominar a los nama y los damara. A mediados del siglo XIX Jan Jonker, líder afrikaaner de origen oorlam y herero, fundó un reino contando con el apoyo de los damara y la Nación Roja.

En 1870, los británicos pactaron con los herero e izaron su bandera en el puerto de Walvis Bay. Sin embargo el Segundo Reich alemán, de Bismarck y Guillermo I, ocupó el territorio a través de tratados dudosos, saqueos y la estratégica división de los pueblos africanos. En 1884 Alemania anexó el territorio namibio a su país bajo el nombre de Sudáfrica. En 1885 la resistencia herero forzó la retirada de los alemanes a Walvis Bay, hasta la llegada del apoyo inglés.

A fines del siglo XIX, los colonos alemanes construyeron vías de ferrocarril desde Swakopmund y Lüderitz. El país adquirió valor estratégico con el descubrimiento de ricos yacimientos de hierro, plomo, cobre y diamantes, a los que luego se agregó el hallazgo de metales de interés militar: manganeso, tungsteno, vanadio, cadmio y grandes cantidades de uranio.

La gran resistencia de los herero entre 1904 y 1907 apenas pudo ser frenada mediante ahorcamientos masivos y detenciones forzosas en campos de concentración, lo que provocó la reducción del 90% de la población herero en 1910. Los nama, que habían tardado en entrar al conflicto, fueron vencidos en 1907; sólo un tercio de la población sobrevivió en campos de concentración. La rigidez de los alemanes no se extendió significativamente al norte, por lo que no llegó a amenazar a los ovambo.

Durante la Primera Guerra Mundial, los británicos invadieron la colonia, quedando el territorio, al terminar el conflicto, bajo el mandato de la Sociedad de Naciones. Ésta encomendó la administración del territorio –conocido como África Sudoccidental– a la Unión Sudafricana.

Los boers sudafricanos y los colonos alemanes de Namibia lograron, con los años, vencer la resistencia inicial.

En 1947, Sudáfrica informó formalmente a las Naciones Unidas la anexión del territorio. La ONU –que heredó de la Sociedad de Naciones las colonias en fideicomiso– se opuso, argumentando que «los habitantes africanos del África Sudoccidental todavía no han conseguido la autonomía política». Hasta 1961, la ONU insistió año tras año sobre ese punto y sistemáticamente fue ignorada por los gobiernos del régimen racista de Sudáfrica.

Entre 1961 y 1968 la organización mundial buscó la independencia del país. Las presiones basadas en argumentos jurídicos fueron infructuosas y el pueblo namibio, organizado en la Organización Popular del África Sudoccidental (SWAPO), inició la lucha armada el 26 de agosto de 1966.

En 1968 la ONU finalmente proclamó la ilegalidad de la ocupación sudafricana del país, que pasó a llamarse Namibia. Se estableció un Consejo de las Naciones Unidas para Namibia, como representante legal del territorio hasta que la soberanía pudiera ser ejercida por su pueblo. Sin embargo, los intentos de la mayoría de la Asamblea General de la ONU por dar vigor a esa condena con sanciones económicas chocaron sistemáticamente con el veto de las potencias occidentales.

La independencia de Angola, declarada en 1975, cambió radicalmente el panorama de la lucha de liberación en Namibia, al dotar a la SWAPO de una retaguardia solidaria. La guerra de guerrillas se intensificó y las potencias occidentales comenzaron a presionar a Pretoria para que buscara una solución «moderada».

En diciembre de 1978 Sudáfrica realizó elecciones en Namibia, sin observadores de las Naciones Unidas, y sin que la SWAPO pudiera participar, lo que les quitó toda credibilidad.

La economía había crecido de manera sostenida desde la Segunda Guerra Mundial, y había alcanzado un pico de 1.000 dólares per cápita en la década de 1970 (20.000 dólares para los europeos y 150 para los namibios negros). Aunque en el enclave blanco los ingresos subieron, el salario de los trabajadores negros era apenas suficiente. Hasta mediados de esta década los trabajadores no pudieron capacitarse para ocupar cargos de importancia y desempeñar tareas calificadas.

La administración colonial de Windhoek seguía las orientaciones clásicas de la dependencia. El país producía para exportar (maíz, carne, pescado, minerales y materias primas) e importaba todo lo que necesitaba (trigo, arroz, y bienes manufacturados) por carecer de industrias. El 90% de los bienes provenían de Sudáfrica.

El statu quo consagraba las desigualdades internas, por las cuales cerca del 90% de la población consumía 18,8% del PBI, mientras el resto, de origen europeo, usufructuaba el 81,2%. Al momento de declararse la independencia, tres cuartas partes de la agricultura y de la pecuaria estaban en poder de hacendados de origen europeo. La renta media per cápita era una de las más altas de Africa: 1.410 dólares, pero escondía una enorme desigualdad. Mientras el salario medio de los caucásicos era de 1.880 dólares, el del resto de la población no superaba los 108.

Sudáfrica, además de boicotear los esfuerzos para una solución negociada de la independencia de Namibia, reforzó un 30% el presupuesto militar para la campaña contra el Ejército de Liberación Popular de Namibia, brazo armado de la SWAPO. En los últimos meses de 1982 y comienzos de 1983, la guerra se intensificó a lo largo de la frontera con Angola y hacia el sur, donde las fuerzas de la SWAPO realizaron audaces ataques, incluso en el llamado «triángulo de hierro», localizado cerca de la ciudad de Grootfontein, lugar de concentración de las principales unidades militares sudafricanas.

En febrero de 1984 representantes de Angola y Sudáfrica se reunieron en Lusaka, capital de Zambia, para encontrar salidas a la guerra. Lograron un acuerdo que preveía la retirada de las tropas sudafricanas del sur de Angola, a cambio de un cese al fuego. En mayo del mismo año, también en Lusaka, delegados de la SWAPO y de otros partidos de Namibia, junto con un representante de Sudáfrica, intentaron sin éxito una negociación. La retirada sudafricana de Angola no se produjo en el plazo previsto y la situación volvió a estancarse.

En diciembre de 1988, la mediación de Estados Unidos, Sudáfrica, Angola y Cuba logró un acuerdo que determinó la salida del ejército sudafricano de Namibia y, a la vez, el retiro paulatino de los 50 mil soldados cubanos presentes en Angola.

En noviembre de 1989 se celebró la elección de los miembros de la primera Asamblea Constituyente. En los comicios, supervisados por Naciones Unidas, participaron diez partidos políticos. La SWAPO ganó con el 60% del electorado, lo que significó el control de la Constituyente y el nombramiento del sexagenario líder de la organización, Sam Nujoma, como primer presidente de Namibia.

La independencia fue proclamada el 21 de marzo de 1990, con una guardia presidencial de honor, integrada por efectivos de la SWAPO y de las fuerzas territoriales (SWA Territory Force), que custodiaban al régimen sudafricano, en proceso de constituirse en el nuevo Ejército Nacional.

El gobierno independiente debió enfrentar las desigualdades inherentes al sistema del apartheid impuesto por la dominación sudafricana, sobre todo en la salud y la educación.

Namibia incorporó el inglés como idioma oficial, en sustitución del afrikaaner. El gobierno organizó un Departamento de Educación Informal, que junto al Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), comenzó a alfabetizar a las mujeres, primero en su lengua materna y luego en inglés. Se elaboró un plan de rehabilitación para unos 40 mil discapacitados, la mayoría víctima de 23 años de lucha guerrillera.

Dispuesto a desempeñar un papel importante en África austral, el presidente Nujoma donó, a comienzos de 1991, alrededor de tres millones de dólares al Congreso Nacional Africano (ANC), que fueron entregados al líder del ANC, Nelson Mandela, en una visita que éste realizó a Namibia el 31 de enero.

En 1992 Namibia y Sudáfrica acordaron la devolución del puerto de Walvis Bay a Windhoek en 1994. Un año después entró en funciones el Consejo Nacional, la cámara alta del Parlamento. En 1994 el gobierno aprobó una ley de tierras tendiente, entre otras cosas, a limitar la concentración de la propiedad, ya que se estimaba que 1% de la población poseía 75% de las tierras del país.

En diciembre de ese año Sam Nujoma fue reelecto presidente con 70% de apoyo popular. Sin embargo, en mayo de 1995 la histórica SWAPO, el partido del presidente, sufrió una escisión que condujo a la creación de la SWAPO por la Justicia.

A mediados de 1997, un Congreso de la SWAPO proclamó a Nujoma para un tercer período como presidente. Ese año, el gobierno rehusó abrir una investigación sobre los crímenes cometidos durante el período previo a la independencia, lo que generó tensiones con Sudáfrica.

Unos 200 rebeldes fueron detenidos y torturados en agosto de 1999, tras intentar tomar la pequeña ciudad de Katima Mulil. Se trataba de partidarios de la independencia de la franja de Caprivi, un territorio de varios cientos de kilómetros de extensión por apenas cuatro o cinco de ancho que separa Sudáfrica de Angola, habitado por miembros de la etnia lozi, que rechazaban ser dirigidos por la mayoría ovambo del país (que también dominaba a la SWAPO).

También en 1999, la Constitución fue modificada para permitir un tercer mandato consecutivo de Nujoma, que salió victorioso con un 76% de los votos.

La comunidad herero demandó en enero 2002 una compensación de 2.000 millones de dólares por crímenes de guerra cometidos entre 1904-1907 por el Imperio Alemán. Varias compañías, entre ellas el Deutsche Bank, fueron acusadas de formar una «brutal alianza» con la Alemania imperial para exterminar a unos 65 mil herero.

Nujoma ordenó el arresto de homosexuales en marzo de 2002. En un discurso en la Universidad de Namibia afirmó: «la homosexualidad o el lesbianismo no son permitidos».

En enero de 2004, Alemania pidió por primera vez perdón por las muertes ocasionadas a los herero durante la ocupación colonial, pero negó cualquier compensación económica. Luego, en agosto, Berlín realizó una disculpa por el «genocidio de 1904» en Okakarara (región ubicada al este de Namibia). Durante la ceremonia de conmemoración de los 100 años de la masacre, la ministra alemana de Desarrollo, Heidemarie Wieczorek-Zeul, señaló: «Los alemanes confesamos nuestra responsabilidad histórico-política y ética-moral y nuestra culpa en aquella época. Les ruego en nombre de nuestro Señor que perdonen nuestros pecados».

En mayo de ese año, Nujoma despidió al canciller Hidipo Hamutenya durante el congreso de la SWAPO en el que se elegía al sucesor del presidente para las elecciones presidenciales de noviembre. Hamutenya era el candidato favorito en la SWAPO, pero Nujoma apoyaba tras bambalinas a Hifikepunye Pohamba. Tras dos días de congreso, Pohamba ganó la segunda ronda con 341 votos.

Ese mismo mes, se inauguró un nuevo puente sobre el río Zambeze, entre Namibia y Zambia, que permitiría incrementar enormemente el comercio regional. El puente uniría también a la República Democrática del Congo con el puerto Walvis Bay de Namibia. El nuevo cruce, financiado por Alemania, estaba incluido en un proyecto más amplio que convertiría a Namibia en un importante eje comercial.

En noviembre de 2004, Pohamba ganó las cuartas elecciones presidenciales desde la independencia con el 76% de los votos. El opositor Congreso de Demócratas, que obtuvo el 9,9% de los sufragios, denunció que las elecciones se realizaron de manera defectuosa. El SWAPO obtuvo 55 de las 72 bancas del parlamento.

Unas 20 mil personas llenaron un estadio abierto en Windhoek en marzo de 2005 para asistir a la transmisión de mando. Pohamba señaló que la reforma agraria era un proceso que se estaba moviendo demasiado lentamente. Por más que Nujoma más de una vez había manifestado admiración por la reforma compulsiva realizada en Zimbabwe (ver historia de Zimbabwe), en Namibia el proceso se había mantenido en los límites de un sistema de oferta y demanda.

Desde hacía años, granjeros comunitarios negros urgían a los cuatro mil granjeros comerciales, fundamentalmente blancos, apresurar la reforma agraria para evitar lo que llamaron «las invasiones a las granjas al estilo de Zimbabwe». Sólo unos 35 mil namibios habían sido reubicados en tierras cultivables desde 1990, ya que los propietarios se negaban a vender. En setiembre de 2005, el gobierno de Pohamba comenzó la expropiación de granjas pertenecientes a blancos.

La industria pesquera había tenido un fuerte crecimiento desde 1998. Sin embargo, el ministerio de Pesca debió ordenar una fuerte reducción de las cuotas de pesca permitidas para la temporada 2006-2007, lo que limitó especialmente la captura de merluzas, que descendió en 50 mil toneladas. El grueso de la merluza pescada en Namibia se enviaba a España, desde donde se distribuía al resto de Europa. La Overberg Fishing, que faenaba en los caladeros namibios de Walvis Bay, declaró a través de su director gerente que el drástico recorte comportaba «un desastre» y era «catastrófico para la industria». Por su parte la presidenta de la Asociación de Pesca de Namibia, Denise van Bergen, señaló que en el estado en que se encontraban las poblaciones de peces, el ministerio no tenía muchas opciones y que era «difícil encontrar un equilibrio entre la salvación de la industria y la protección de los recursos» pesqueros.

El parlamento aprobó en 2003 una Ley Anticorrupción que, entre otras iniciativas, preveía la creación de una Comisión Anticorrupción. La misma fue finalmente establecida en febrero de 2006. Según declaró Pohamba, la creación del organismo significaba el paso final para «de una vez terminar con los perpetradores de fraudes y robos al estado».

Debido a la alta tasa de incidencia del VIH/SIDA –más de 20%– el Centro de Asistencia Legal (LAC) de Namibia lanzó, en marzo, una campaña para descriminalizar la prostitución en el país. El LAC argumentó que la legalización de la práctica serviría para realizar una campaña efectiva contra el VIH/SIDA, destinada a las prostitutas y sus clientes, así como para reducir los niveles de violencia y abuso asociados a la prostitución.

En junio, tras una década sin antecedentes, se registraron 34 casos de poliomielitis, siete de ellos fatales. La voracidad y el hecho de que atacara principalmente a adultos, la mayoría de los afectados eran personas mayores de 20 años, resultó muy inusual y preocupante a la vez ya que el virus ataca más severamente a los adultos provocándoles parálisis o, eventualmente, la muerte. Dada la magnitud que podía tomar el brote, el gobierno solicitó ayuda a organizaciones locales e internacionales para comenzar con una campaña de vacunación masiva.

Un importante grupo constructor de plantas nucleares anunció, en junio de 2007, su intención de adquirir la minera de uranio namibia UraMin. Aunque no se reveló el nombre del comprador final, los rumores en Namibia apuntaban a que se trataría de la Corporación Nacional Nuclear China, que un mes antes había anunciado su interés en la minera. UraMin contaba también con proyectos de explotación de uranio en República Centroafricana y Sudáfrica.