Unas tabletas sumerias de arcilla del III milenio a.c. citan a Omán como uno de los mercados importantes en la economía de las ciudades mesopotámicas. Los marinos omaníes unieron el Golfo a la India, Indonesia e Indochina y, al producirse la unificación político-religiosa del siglo VII (véase historia de Arabia Saudita), fueron también un elemento fundamental en la propagación del Islam. El dominio de los califas fue sólo nominal hasta que, alrededor del año 690, Abd al-Malik lo hizo efectivo para contener la expansión de sectas disidentes. Como consecuencia, algunos jefes derrotados abandonaron el país y uno de ellos, el príncipe Hamza, emigró a África, donde fundó Zanzíbar en el año 695. Comenzó así la prolongada vinculación entre Omán y la costa africana, que se mantendría hasta el siglo XIX.

Hacia el año 751 los omaníes aprovecharon las luchas dinásticas en Damasco para elegir un imán, que de jefe espiritual se fue transformando progresivamente en soberano temporal. La riqueza proporcionada por el tráfico entre África, Indonesia e incluso China transformó al imanato en un factor de poder en toda el área, y en consecuencia, se convirtió en objeto de sucesivas invasiones protagonizadas por los califas de Bagdad, los persas, los mongoles y las tribus de Arabia central, que fueron rechazadas. No ocurrió lo mismo cuando llegaron los portugueses, que a partir de 1507 arrasaron la flota y las fortificaciones de la costa, ocuparon las principales ciudades y obtuvieron el control del estrecho de Ormuz. Los portugueses mantuvieron el control de la región durante 150 años.

A partir de 1630 el imán Nasir Ibn Murchid inició la lucha contra los invasores desde el interior del país. Su hijo, Saif, la culminó en 1650 con la expulsión de los lusitanos de Mascate y en 1698 con la reconquista de Zanzíbar y la costa africana de Mombasa. Se creó así un poderoso estado que unificó políticamente los territorios africanos y asiáticos que habían tenido una economía y una cultura comunes.

El sultán Saif, tercero de la dinastía Saiyid, extendió el dominio sobre los territorios africanos y trasladó la capital del Estado a Zanzíbar, en 1832. Pero cuando murió, en 1856, la presencia inglesa ya era muy fuerte en ambos continentes, éstos aprovecharon las disputas por la sucesión entre los hijos del sultán para imponer su mediación y, a través de ella, la separación de las partes africana y asiática del Estado. Thuwaini, primer hijo, conservó el sultanato de Omán, mientras el de Zanzíbar fue adjudicado a su hermano Majid. El Reino Omaní se debilitó tras la firma del Tratado de Amistad de 1891, que estableció un virtual protectorado inglés.

En 1913 los pueblos del interior eligieron a su propio imán, en oposición al régimen hereditario del sultán. Pese al apoyo de tropas británicas, el monarca no logró reconquistar las provincias rebeldes y la lucha cesó en 1920, cuando se firmó un tratado que reconocía la partición del país en dos estados: el sultanato de Mascate y el imanato de Omán. A cambio de reconocer a Mascate el control de las aduanas y el derecho a establecer impuestos a las importaciones procedentes de Gran Bretaña, el imán obtuvo del sultán la promesa de no interferir en sus asuntos ni brindar asilo a los criminales y opositores que huían de Omán.

Extremadamente pobre, con menos del 1% de sus tierras aptas para la agricultura y artificialmente dividido por el colonialismo, Mascate sufrió entre 1932 y 1970 el reinado del sultán Saif ibn Taimur, opositor fanático de toda «influencia foránea», incluso en la educación y la atención médica. Ello no le impidió conceder a la Royal Dutch Shell el control sobre la totalidad de los yacimientos petrolíferos.

El imán Ghaleb ibn Alí, elegido en 1954, se opuso a esta medida, proclamó la independencia y reclamó la afiliación a la Liga Árabe. El movimiento nacionalista fue sofocado en 1955 por las tropas británicas, que invadieron el imanato y unificaron el país con el nombre de Sultanato Unido de Mascate y Omán. Desde entonces, un movimiento de liberación lucha contra la monarquía, particularmente en la provincia sureña de Dhofar.

Coincidiendo con la retirada británica del Golfo, a fines de la década del 60, Taimur fue derrocado por su hijo Qabus, en 1970. Quienes esperaban del joven monarca una transformación modernizadora pronto advirtieron que sólo se trataba de sustituir el dominio inglés por el de Estados Unidos.

Explotado comercialmente a partir de 1967, el petróleo es el eje de la economía de Omán, siendo responsable de más de la mitad de su PNB. Más de la mitad de la mano de obra omaní se dedica a tareas agrícolas a lo largo de la estrecha faja litoral, la única considerada apta para el cultivo.

Con asistencia norteamericana, Qabus formó un ejército mercenario y, cuando éste le fue insuficiente para combatir al Frente Popular de Liberación del Golfo, pactó con el shah iraní Reza Pahlevi la intervención de tropas iraníes en el conflicto.

La guerrilla debió replegarse ante la superioridad bélica de esta nueva invasión persa; al mismo tiempo, las tropas iraníes se quedaron en el país, ejerciendo un virtual protectorado sobre el régimen de Qabus y controlando el estratégico estrecho de Ormuz.

Tras la caída del shah, las tropas iraníes fueron rápidamente sustituidas por comandos y soldados egipcios. El sultán decidió conceder a Estados Unidos una base aérea en la isla de Masirah, a la que después se sumaron las de Ihamrit y Sib, más las bases navales de Matrah y Salalah. En ese momento, dos tercios del presupuesto nacional se destinaban a gastos militares.

Durante la guerra Irán-Irak en los 1980, Estados Unidos puso la mira en Omán en sus intentos de establecer su influencia en la región.

En junio de 1989, la Petroleum Development Omán descubrió el yacimiento de gas natural más importante en los últimos veinte años.

Ese año Omán adoptó una política conciliadora respecto a Irán, estableciendo un convenio de cooperación económica condicionado a lograr la estabilidad política en la región.

En marzo de 1991, tras la invasión iraquí a Kuwait, miembro del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), Omán suspendió la ayuda a Jordania y ala OLP.

En 1991 el gobierno omaní puso en marcha un proceso de democratización, que incluyó la creación de un Parlamento elegido directamente por la ciudadanía.

La perspectiva del agotamiento de las reservas de petróleo antes del año 2010 llevó al sultán a lanzar un plan de diversificación de la economía, tendiente a desarrollar la pesca, la agricultura y el turismo, entre otros sectores.

Los déficit fiscales acumulados por el gobierno desde 1981, llevaron al Banco Mundial a advertir que el nivel de gastos del Estado era «insostenible».

A raíz de esta situación, el sultán anunció en 1995 un programa de reformas que incluía una reducción del gasto público, una serie de privatizaciones y medidas para favorecer la inversión extranjera.

En 1996, el gobierno anunció la aplicación de un plan quinquenal para equilibrar el presupuesto en el año 2000. El proyecto fue concebido para liberar a la economía de su dependencia del petróleo, incluía privatizaciones y estímulos para acrecentar la inversión extranjera.

En junio de 1997 el sultán Qabus amplió la participación popular femenina en un decreto real que permitía a las mujeres de todo el país postularse para una elección. En las elecciones de octubre de 1997 el Gobierno eligió dos mujeres para desempeñar funciones en el Majlis al-Shura (Asamblea Consultiva). En diciembre de 1997 el sultán designó cuatro mujeres al Consejo de Estado (Majlis al-Dawla), integrado por 41 miembros.

En enero de 1997, Omán se convirtió en uno de los primeros países árabes en establecer relaciones diplomáticas y comerciales con Israel. Un mes después, el proceso de acercamiento entre ambos estados se frenó, al cuestionar la Liga Árabe la decisión israelí de construir nuevos asentamientos en la parte este de Jerusalén.

Omán y Emiratos Arabes Unidos firmaron en mayo de 1999 un acuerdo que definía parte de su frontera común con el emirato de Abu Dhabi. Ambas partes acordaron que, ulteriormente, habrían de definir con exactitud las fronteras entre Omán y los otros emiratos.

El gobierno otorgó en abril de 2001 una amnistía para trabajadores ilegales, que permitió a aquellos que no tuvieran cargos criminales abandonar el país luego de pagar una multa de 125 dólares, en lugar de la pena usual de 25 dólares por cada día que superara la estadía legal.

En noviembre de 2002 el sultán Qabus decretó una extensión del derecho al voto a todos los ciudadanos mayores de 21 años. Hasta entonces, sólo estaba autorizado a votar un grupo selecto de líderes locales, intelectuales y empresarios prominentes, alrededor de la cuarta parte del 1,8 millón de habitantes en condiciones de hacerlo.

Con el fin de reducir el desempleo, el gobierno trató de reemplazar a los trabajadores extranjeros por locales y estimular el crecimiento del sector privado. Según las cifras oficiales, la cuarta parte de la población del sultanato eran extranjeros.

En octubre de 2003 se realizaron las primeras elecciones universales para todos los mayores de 21 años. Los votantes eligieron a los 83 miembros de la Asamblea Consultiva, entre ellos dos mujeres. En marzo de ese año, por primera vez en Omán, una mujer –Sheikha Aisha bin Khalfan bin Jameel al-Sayabiyah, de 30 años– había sido designada ministra, al frente de la Autoridad Nacional para la Industria Artesanal.

En mayo de 2005, 31 personas fueron condenadas a penas de entre 1 y 20 años de prisión, acusadas de «conspirar para derrocar al gobierno por la fuerza de las armas», pero fueron indultadas un mes después.

En julio, Taiba al-Mawali,, activista por los Derechos Humanos y ex integrante de la Asamblea Consultiva, fue condenada a seis meses de prisión por criticar a las autoridades en artículos publicados en internet; otro activista, Abdula al-Reyami, fue detenido por denunciar la falta de libertades en el sultanato.

El gobierno promovió, en julio de 2007, una serie de iniciativas tendientes a impulsar la participación de las mujeres en el proceso electoral del país. Las propuestas oficiales pretendían que las éstas votasen y se candidatearan en las elecciones de la Asamblea Consultiva que se realizarían en octubre de ese año.