Pakistán significa tierra de los puros. Fue la religión (el Islam) el elemento unificador de un pueblo de diferentes comunidades étnicas y con lenguas diversas. El poeta y filósofo Mohamed Iqbal creó el concepto de Pakistán («tierra de los puros») cuando, en 1931, propuso unificar a la población musulmana del subcontinente indio en un Estado islámico único.

Luego del arribo de los comerciantes árabes y persas a India, la primera conquista musulmana permanente fue la de Sind, lograda por Mohamed ibn Qasim en el año 711.

En 1296 Ala-ud-din Khalji se autoproclamó sultán de Delhi y, para el año 1311, toda India estaba bajo su sultanato. En1336, para contrarrestar el poderío musulmán se fundó el Imperio de Vijayanagara, el reino de la alianza hindú, con capital en Hampi. Con el tiempo, sucesivos levantamientos dividieron el imperio y los sultanatos musulmanes formaron una nueva alianza. En 1565 una coalición de sultanatos venció al ejército de Vijayanagara y el poder en la región pasó a gobernantes musulmanes. Luego sus reinos fueron anexados al Imperio Mogol.

Durante el colonialismo británico se produjo el ocaso del poder musulmán y el ascenso de la clase media india. En octubre de 1906, los líderes musulmanes se reunieron con el virrey (representante de Inglaterra) y exigieron una reforma del sistema electoral con un régimen separado para los musulmanes. También fundaron en Dacca (Bangladesh) la Liga Musulmana Panindia (All India Muslim League) para defender sus intereses y derechos políticos. Inglaterra concedió la reforma en 1909 con la Ley del Gobierno de India que reconocía a la Liga Musulmana como representante de los indios musulmanes.

Durante la década de 1930 creció entre los musulmanes la conciencia de una identidad común y la necesidad de un territorio propio. Encabezada por Mohamed Ali Jinnah, la Liga Musulmana Panindia continuó su campaña por Pakistán, un territorio aparte dentro de la India británica.

La relación indo-musulmana se tensó tras las protestas en distintas partes del país. Esa situación convenció a los líderes del Congreso Nacional de la India (que representaba principalmente a los nacionalistas) de aceptar la creación de Pakistán. El 3 de junio de 1947, después de la retirada británica de India, se anunció un Plan de Separación y tanto la Liga Musulmana como el Congreso lo aceptaron. El 14 de agosto del mismo año nació el nuevo Estado de Pakistán, que comprendía Punjab Oriental, Sind, Beluchistán, la Provincia Fronteriza Nororiental y Bengala Oriental, rodeando por el noroeste y el noreste a India.

Entre 1948 y 1949 Pakistán se anexó un tercio del territorio de la provincia india de Cachemira. El territorio, de mayoría musulmana, se había unido a India en 1947 a cambio de apoyo militar contra tribus pakistaníes.

Pakistán ingresó a la Organización del Tratado del Sudeste Asiático (OTSEA) en 1954 y a la Organización del Tratado Central (OTCEN) en 1955, dos poderosas alianzas militares dirigidas por Estados Unidos, de las que se retiró posteriormente, aunque manteniendo los vínculos con Washington.

Desde su independencia, Pakistán sufrió permanentes crisis políticas. Su primera Constitución, de marzo de 1956, fue derogada por un golpe de Estado el 7 de octubre de 1958, que proclamó la Ley Marcial. El 27 de octubre de 1958 el General Ayub Khan introdujo una democracia básica, con un sistema de autogobierno local y elecciones presidenciales indirectas. La ley marcial fue levantada en 1962; una nueva Constitución otorgó poderes absolutos al presidente y convirtió a Pakistán en República Islámica. Ayub Khan renunció el 25 de marzo de 1969 luego de masivas protestas. Se volvió a declarar la Ley Marcial y el General Yahya Khan fue nombrado presidente.

En las primeras elecciones generales, entre octubre y diciembre de 1970, triunfaron la Liga Awami en Pakistán Oriental y el Partido del Pueblo de Pakistán (PPP) en la parte Occidental. En las elecciones parlamentarias la mayoría absoluta correspondió a la Liga Awami, lo que le otorgó el gobierno federal. Cuando la sesión del Parlamento fue postergada, en marzo de 1971, el pueblo de Pakistán Oriental, dirigido por la Liga Awami, comenzó un movimiento por la liberación de Bangladesh. La Liga fue proscrita y su líder, el jeque Mujibur Rahman, encarcelado. Comenzó una guerra civil y se formó un gobierno desde el exilio en India. El ejército indio intervino, y el 16 de diciembre de 1971 Bangladesh logró su independencia.

Zulfikar Ali Bhutto, líder del PPP, formó un gobierno civil en 1972, luego de la renuncia del general Yahya; promovió la participación del sector público en la economía, desarrolló una política exterior de no alineación e introdujo una reforma agraria radical. El PPP volvió a ganar en las elecciones generales de 1977, pero la oposición denunció fraude electoral. El general Zia-ul Haq derrocó el gobierno de Bhutto y proclamó la Ley Marcial. Bhutto fue detenido y condenado a muerte por conspiración.

Pakistán se manifestó enérgicamente contra la intervención soviética en Afganistán, a fines de 1979.

Zia aceleró el proceso de islamización en todas las esferas de la vida política y social. Muchos miembros de la oposición fueron perseguidos y detenidos. En febrero de 1985, elecciones generales sin partidos políticos legitimaron parcialmente su gobierno. El líder murió en un presunto accidente aéreo en agosto de 1988 y se restauró la democracia. Benazir Bhutto (PPP), hija del ex presidente, asumió luego de las elecciones generales de noviembre de 1988.

Bhutto, la primera mujer en presidir un país predominantemente islámico, ocupó dos veces el cargo (1988-1990 y 1993-1996). Durante sus administraciones, Pakistán firmó la Convención Internacional para la Eliminación de la Discriminación contra la mujer, si bien algunas pakistaníes no sintieron que su situación mejorara de forma significativa. Algunas sintieron que Bhutto no había hecho suficientes esfuerzos para imponer una legislación que reestableciera una cuota de escaños femeninos en el Parlamento. Su débil coalición de gobierno incluyó partidos religiosos y conservadores que se opusieron a ese tipo de cambio. Sin embargo, durante sus presidencias, las mujeres, por primera vez, fueron designadas como jueces de cortes superiores, comenzó una campaña contra la violencia doméstica y se fundó un banco para mujeres.

A mediados de 1990 había cerca de tres millones de refugiados afganos en el país. Durante los años que duró la intervención soviética en Afganistán, Estados Unidos utilizó el territorio pakistaní para abastecer de armamentos a los mujahidines (grupos rebeldes que luchaban contra el gobierno de Kabul). Esta situación convirtió a Pakistán en un aliado indispensable para Washington en la región, lo que se tradujo en una importante ayuda económica.

El 6 de agosto de 1990 el presidente Ghulam Ishaq Khan destituyó a Benazir Bhutto bajo cargos de nepotismo y corrupción. Disolvió la Asamblea Nacional y designó al líder de la oposición, Ghulam Mustafá Jatoi, para encabezar un gobierno interino.

El 24 de octubre de 1990 fue electo Nawaz Sharif como primer ministro, con el apoyo de la Liga Musulmana (LM). El PPP de Benazir Bhutto (quien volvió a postularse) denunció fraude e inició una intensa campaña opositora.

Al estallar el conflicto en el Golfo Pérsico, Pakistán envió tropas a Arabia Saudita tras la invasión iraquí a Kuwait, pero ante encuestas reveladoras de enormes simpatías pro iraquíes entre la población, el gobierno anunció que sus fuerzas se limitarían a defender los lugares santos del Islam y no participarían en combates ni entrarían en territorio iraquí.

A poco de asumir, Sharif aprobó un plan de incentivo a la inversión privada que incluía privatizaciones de las empresas públicas y generó gran resistencia entre los casi 300 mil trabajadores del sector.

Un proceso de re-islamización de la sociedad, impulsado por Sharif, incluyó la introducción de la sharia (ley islámica) con el consecuente retroceso de la situación social y jurídica de las mujeres. Se prohibió a los medios de comunicación cualquier tipo de mención al derecho de las mujeres al divorcio.

En noviembre de 1991 la oposición acusó a Nawaz Sharif de fraude en el manejo de las finanzas públicas. Sólo el apoyo incondicional del presidente Ishaq Khan impidió que Sharif, responsable de la quiebra de algunas instituciones cooperativas de crédito, cayera. El escándalo generó una ola de manifestaciones encabezadas por el PPP, que el gobierno enfrentó con represión. Amnistía Internacional denunció violaciones de los Derechos Humanos por parte del gobierno.

En febrero de 1992, la disputa por el territorio fronterizo de Cachemira, puso a Pakistán y a India al borde de un nuevo enfrentamiento armado. El Frente de Liberación de Jammu y Cachemira, un grupo musulmán que reclama la creación de una nación independiente, organizó una marcha en protesta por la división del Estado entre los dos países. El ejército, por orden del gobierno, abrió fuego contra los manifestantes, causando varios muertos y heridos.

Ante el desarrollo paquistaní de un programa de armas nucleares en 1992, Estados Unidos suspendió créditos y ventas de armas a Islamabad. Pakistán aseguró que contaba con el respaldo económico y tecnológico de China para seguir adelante con su programa.

El presidente Ishaq Khan acusó al primer ministro Mohammed Nawaz Sharif de mala administración, corrupción y nepotismo, forzando su renuncia en abril de 1993. Sharif apeló ante la Corte de Justicia y en mayo fue reinstalado en el poder. La disolución de la Asamblea fue revocada y se canceló el llamado a elecciones. Tanto Khan como Sharif renunciaron en julio.

Benazir Bhutto volvió al gobierno en octubre. El PPP ganó 86 de las 217 bancas de la Asamblea contra 72 de Sharif.

Entre 1994 y 1995, Bhutto intentó democratizar el país en medio de los años de mayor violencia política y étnica desde la separación de Bangladesh en 1971. Karachi y las regiones separatistas del norte fueron el centro de las disputas que ocasionaron más de 3.500 muertos.

En noviembre, Bhutto, acusada de corrupción, fue cesada en sus funciones. En las nuevas elecciones parlamentarias, los partidarios del ex-primer ministro Nawaz Sharif obtuvieron 136 de los 217 escaños. Miraj Khalid fue nombrado premier interino hasta que, a comienzos de 1997, asumió Sharif.

La tensión con India se agudizó en mayo de 1998, cuando una serie de ensayos nucleares de aquel país fueron respondidos por otras tantas pruebas atómicas de Pakistán.

Mientras India seguía reivindicando su autoridad sobre toda Cachemira, Pakistán insistía en la realización de un referéndum entre sus habitantes para determinar si preferían la independencia.

En octubre de 1999, el general Pervez Musharraf, a cargo de las operaciones militares en Cachemira y destituido por Sharif, dio un golpe de Estado y encarceló al mandatario acusándolo de secuestro, terrorismo e intento de homicidio. Pakistán pasó a ser el primer país con poderío nuclear gobernado por militares.

El 10 de diciembre de 1999, Sharif obtuvo el perdón presidencial y se exilió en Arabia Saudita, a cambio de no volver a Pakistán antes de 10 años y de renunciar a su fortuna personal y, por 21 años, a la política.

A fines de diciembre se realizó la primera fase de las elecciones locales en 18 de los 106 distritos del país. Los analistas advertían un cambio del dominio de la escena electoral, que pasaba de los partidos políticos a las familias feudales locales.

Para marzo de 2000 se había celebrado la segunda fase de las elecciones locales en 20 distritos, y la presión aumentaba sobre el jefe del ejecutivo para que estableciera un calendario claro para la vuelta a la democracia. Al mismo tiempo, la policía detuvo a más de 2 mil activistas de la Alianza para la Restauración de la Democracia y a 22 de sus líderes.

Musharraf asumió la jefatura de Estado y fue nombrado presidente de Pakistán en junio de 2001, anunciando que conservaría sus funciones como jefe del ejecutivo y seguiría siendo el comandante del Estado mayor del ejército. En octubre Musharraf anunció que prolongaba su mandato indefinidamente como jefe supremo del ejército.

Tras los atentados terroristas del 11 de setiembre de 2001 en Nueva York y Washington, Estados Unidos anunció el levantamiento de las sanciones económicas y militares impuestas a India y Pakistán luego de las pruebas nucleares de 1998. La medida fue motivada por el apoyo de Musharraf a la operación militar estadounidense contra el régimen islamista talibán en Afganistán, aliado de la red terrorista al-Qaeda. En años previos, cuando luchaba por imponer su dominio en Afganistán, el talibán había recibido apoyo militar, económico e ideológico de Pakistán.

Los bombardeos estadounidenses sobre Afganistán provocaron amplias protestas de los grupos islamistas paquistaníes. Musharraf hizo algunos cambios en el ejército poco antes de que comenzara la incursión aérea en el país vecino, retirando a algunos generales pro islamistas de puestos estratégicos.

Cuando el secretario de Estado estadounidense Colin Powell visitó en octubre de 2001 Islamabad, Musharraf solicitó el apoyo de EE.UU. en el conflicto de Cachemira, así como ayuda para afrontar las consecuencias económicas de la avalancha de refugiados afganos que cruzaban la frontera.

India responsabilizó a Pakistán de un atentado suicida perpetrado por activistas islamistas contra el Parlamento en Nueva Delhi el 13 de diciembre. Musharraf condenó el ataque y negó cualquier conexión de su gobierno con los autores. El 26 de diciembre de 2001 India desplazó tropas y aviones a la frontera paquistaní, aumentado la tensión en Cachemira. Mientras en la frontera las tropas indias y paquistaníes intercambiaban disparos, las autoridades paquistaníes detuvieron el 30 de diciembre al líder de uno de los grupos activistas, Mohamed Said, responsabilizado por el ataque al Parlamento.

En abril de 2002, el periodista estadounidense Daniel Pearl, secuestrado en enero por un grupo islamista, fue asesinado. Ese mes, en un referéndum convocado por Musharraf, el 97% de los sufragios apoyó su permanencia en el poder por otros cinco años. Todos los observadores denunciaron un gran fraude electoral.

Luego de pruebas realizadas por Pakistán de misiles tierra-tierra y de medio alcance, capaces de transportar cabezas nucleares, Musharraf declaró que el país no quería la guerra, pero estaba listo para defenderse si era atacado.

Fuerzas de la oposición acusaron a Musharraf de perpetuar su dictadura, tras que éste se decretara nuevos poderes, entre ellos el derecho de disolver un Parlamento electo democráticamente. Para las elecciones de octubre de 2002, el gobierno impuso restricciones y proscribió a importantes líderes, incluidos Nawaz Sharif y Benazir Bhutto. El PPP, que apoyaba a los militares, obtuvo una leve mayoría; sin embargo, el resultado más notorio fue el crecimiento (que los volvería clave en cualquier coalición de gobierno) de los partidos islamistas, sobre todo en las zonas fronterizas con Afganistán.

La Asamblea Nacional nombró, en noviembre de 2002, a Zafarullah Jamali (cercano a Musharraf) como Primer Ministro. En las elecciones al senado de febrero de 2003 (última etapa de la transición a la democracia, según el presidente), volvió a ganar el partido de gobierno.

En junio de 2003 se introdujo la sharia en la Provincia Fronteriza Nororiental.

Pakistán declaró el cese al fuego en Cachemira en noviembre de 2003, e India lo imitó inmediatamente. En diciembre, Musharraf sobrevivió milagrosamente a un atentado, cuando una bomba estalló segundos después del paso de su auto.

En febrero de 2004, el principal científico nuclear del país, Abdul Qadir Khan, admitió haber trabajado en proyectos secretos de desarrollo de armas nucleares y dijo que la tecnología había sido transferida a Libia, Corea del Norte e Irán.

En marzo y abril de 2004, tras 14 años sin disputarse, se reiniciaron los partidos de cricket entre India y Pakistán, un importante símbolo de acercamiento entre los dos países.

El primer ministro Chaudhry Shujaat Hussain renunció en marzo de 2004 y fue sucedido por Shaukat Aziz, hasta entonces ministro de finanzas.

En diciembre, Musharraf anunció que seguiría siendo jefe del Ejército, pese a que había prometido abandonar el cargo.

En la provincia occidental de Balochistán, fuerzas nacionalistas habían comenzado en 2004 ataques guerrilleros para reclamar más autonomía, mayor porcentaje de los ingresos derivados de sus reservas de gas y el fin de los acantonamientos militares del gobierno en la región. Para marzo de 2005, el conflicto, que ya había cobrado decenas de vidas de militares y paramilitares paquistaníes y milicias tribales, se intensificó, con ataques casi diarios –si bien de reducida escala– de los nacionalistas.

En julio de 2005, más de 300 presuntos militantes islamistas fueron detenidos en escuelas coránicas y oficinas de organizaciones musulmanas, en un operativo del gobierno contra el extremismo religioso realizado días después de un múltiple atentado contra el transporte público de Londres. Tres de los cuatro suicidas, autores de los atentados, habían visitado recientemente Pakistán.

Unas 74 mil personas murieron a causa de un terremoto que afectó el norte del país en octubre de 2005. Más de tres millones de pakistaníes quedaron sin hogar en pleno invierno. Como medida simbólica de acercamiento, India y Pakistán acordaron abrir la frontera en Cachemira para facilitar la ayuda a los sobrevivientes.

En enero de 2006, 18 civiles murieron en un bombardeo estadounidense en una zona tribal de la frontera con Afganistán, supuestamente dirigido contra el número dos de al-Qaeda, Ayman al-Zawahiri, que no fue alcanzado por el ataque.

En febrero, como gran parte del mundo islámico, Pakistán fue escenario de manifestaciones contra la publicación de caricaturas del profeta Mohamed en la prensa danesa, que dejaron varios muertos y heridos. La embajada de Dinamarca en Islamabad cerró temporalmente y el embajador paquistaní en Copenhague fue llamado a consultas.

En marzo, de visita en Islamabad, el presidente estadounidense George W. Bush elogió a Musharraf por su «valiente decisión» de sumarse a la guerra contra el terrorismo y recordó la «asociación estratégica» de sus respectivos países en este combate. Días antes, un atentado suicida en Karachi había causado la muerte de un diplomático estadounidense y tres paquistaníes.

En abril, un atentado suicida en una ceremonia religiosa sunnita en Karachi dejó al menos 57 muertos. En febrero, otro atentado contra una procesión religiosa chiíta en Hangu (noroeste) había dejado 31 muertos.

Washington aseguró, en agosto de 2007, no sólo que «no dudaría en bombardear Pakistán si sospechara que allí se ocultan miembros de al-Qaeda o combatientes talibanes» sino que daba por descontado el apoyo de Islamabad para una iniciativa de este tipo.