Según estudios arqueológicos, el sur del actual territorio de Suecia se encontraba habitado alrededor del décimo milenio a.C. Entre los milenios VIII y VI a.C. poblaron la región algunas tribus que vivían de la caza y de la pesca valiéndose de herramientas de piedra. En la Edad del Bronce (1800-500 a.C.), existió una cultura desarrollada, reflejada en la riqueza de las tumbas donde enterraban a sus muertos.

En el 500 a.C., en el valle del lago Mälaren, surgió el primer centro de poder político importante, liderado por los svears. Desde el siglo VI d.C. en adelante, pasando por el período de migración de los pueblos, hasta el año 800, la población se hizo sedentaria y la agricultura se convirtió en la base de la actividad económica y de la sociedad.

Entre los siglos IX y XI, los vikingos suecos efectuaron incursiones de piratería y expediciones comerciales por las costas del Báltico y tierra adentro de la Rusia actual, y llegaron hasta los mares Negro y Caspio, donde entablaron relaciones con Bizancio y los imperios árabes.

En esos mismos siglos, las misiones cristianas procedentes del imperio carolingio, encabezadas por Ansgar, catequizaron a la mayor parte de Suecia, pero los dioses de la antigua mitología local subsistieron hasta el siglo XII. Suecia tuvo su primer arzobispo en 1164.

Desde mediados del siglo XII, los feudos de Sverker y de Erik lucharon por el control del reino sueco y se alternaron en el poder entre 1160 y 1250. Los señores conservaron bastante autonomía hasta la mitad del siglo XIII, cuando el rey impuso leyes en todo el país, al que se agregó Finlandia.

En 1350, la peste negra provocó una larga recesión, no superada hasta mediados del siglo XV, cuando las fundiciones de la región central adquirieron importancia. En los siglos XV y XVI, la Hansa alemana dominó el comercio con Suecia y estimuló la fundación de varias ciudades.

Por herencia y relaciones entre linajes, el poder real de Noruega, Suecia y Dinamarca se concentró en la reina danesa Margarita, quien en 1397 decretó la Unión de Kalmar. Los sucesivos conflictos entre el poder central danés y la nobleza, así como con ciudadanos y campesinos rebeldes suecos, culminaron en 1523 con la elección de Gustavo Vasa como rey de Suecia.

En el reinado de Vasa, la monarquía pasó de electiva, en que la nobleza hacía oír su voz, a hereditaria; la administración adoptó el modelo alemán y se sentaron las bases del Estado nacional. Las posesiones de la Iglesia pasaron al Estado y, acto seguido, tuvo lugar la Reforma protestante. Desde entonces, Suecia aspiró a la hegemonía en el Báltico.

Después de intervenir con éxito en la Guerra de los Treinta Años, en 1630, Suecia conquistó mediante dos nuevas guerras las regiones danesas de Escania, Halland y Blekinge y la isla báltica de Gotland, así como el archipiélago noruego de Bohuslan y los territorios de Jamtland y Harjedalen.

Con la derrota en la Gran Guerra Nórdica (1700-1721), el imperio perdió la mayoría de las provincias al sur y al este del Golfo de Finlandia y quedó reducida aproximadamente a los territorios que hoy forman Suecia y Finlandia.

A la muerte de Carlos XII, ocurrida en 1718, el Parlamento de los nobles abolió el absolutismo y asumió el poder, pero el nuevo rey, Gustavo II, dio un golpe de Estado en 1772 y restableció el absolutismo en 1789

Inspirada por el éxito de las compañías holandesa y la británica de las Indias Orientales, en 1731 se fundó la Compañía Sueca de las Indias Orientales para comerciar en el este asiático. Fue la mayor compañía sueca en el siglo XVIII, antes de su cese en 1813.

Durante las Guerras Napoleónicas, Suecia consiguió que se le cediera Noruega como compensación por las pérdidas sufridas. Tras una corta guerra de resistencia, Noruega se vio obligada a unirse con Suecia en 1814. Sin embargo, después de numerosos conflictos, la unión se disolvió pacíficamente en 1905.

A mediados del siglo XIX Suecia era un país pobre, en donde el 90% de la población vivía de la agricultura. Entonces se produjo un gran movimiento emigratorio (alrededor de un millón en cinco millones de suecos) sobre todo dirigido hacia América del Norte.

En el período de mayoría liberal en el Parlamento y con el apoyo del rey Oscar I se implantó la educación universal (1842), el sistema de libre-empresa y la liberación del comercio exterior (1846). Se aprobaron leyes sobre la igualdad del hombre y la mujer en materia de derecho sucesorio (1845), los derechos de la mujer soltera (1858) y la libertad religiosa (1860).

En ese período se constituyeron varios movimientos sociales, como el anti-alcoholista, el feminista y, principalmente, el obrero. Este creció en importancia con la industrialización y se plasmó en la fundación del Partido Socialdemócrata (o SAP, por sus siglas en sueco), en 1889.

A fines del siglo XIX se aceleró la industrialización con apoyo de capitales extranjeros y Suecia se convirtió en uno de los países europeos más pujantes en este sector. Sus productos terminados –con innovaciones técnicas de la industria local– alcanzaron rápidamente el primer lugar en las exportaciones del país.

En este proceso tuvo una importante influencia Alfred Nóbel. Destacado científico e inventor, llegó a tener más de 300 patentes registradas a su nombre, entre ellas la de la dinamita, patentada en 1867. Gran parte de la fortuna que amasó a través de sus inventos y empresas fue destinada luego de su muerte en (1896) a la Fundación que lleva su apellido y que entrega anualmente el Premio Nóbel en disciplinas como física y medicina. El Nóbel también se entrega en literatura y a aquella persona u organización que promueva la paz en el mundo.

Al inicio del siglo XX, el Partido Socialdemócrata se consolidó como una fuerza política de gran importancia y en 1917 los primeros cuadros del partido integraron organismos y autoridades oficiales. La consolidación del partido ocurrió en la década de los años treinta, aunque ese trayecto no estuvo exento de conflictos. En 1931 ocurrió la Tragedia de Ådalen. En esa ciudad minera del norte del país, la manifestación por el Día de los Trabajadores fue reprimida a balazos y cinco obreros fueron muertos.

El acceso de la socialdemocracia al gobierno se tradujo en una política que apuntó a la creación de consensos para llevar adelante importantes reformas sociales (incluyendo fondos de jubilación pública, educación gratuita, servicio médico público y gratuito, etc.) e imponer el Estado de Bienestar, caracterizado por una fuerte intervención pública en la vida económica del país y un sistema de seguridad y apoyo social que pretendía garantizar una vida cobijada por la sociedad «desde la cuna a la tumba». Un acuerdo de importancia capital para lograr tal objetivo ocurrió en 1938 en Saltsjöbaden, cuando el empresariado y la clase obrera acordaron dirimir sus diferencias pacífica e institucionalmente. El pacto simboliza el nacimiento del «Modelo Sueco».

Este modelo se implementó a partir de la década de 1930 sin mayores cuestionamientos hasta 1976, cuando la socialdemocracia perdió las primeras elecciones desde 1936. En ese dinámico proceso histórico jugaron un importante papel los primeros ministros socialdemócratas Per Albin Hansson y Tage Erlander, quien dirigió tres gobiernos consecutivos, desde 1946 hasta 1969.

Las rutas comerciales fueron cortadas durante la Segunda Guerra Mundial, lo que provocó una gran falta de alimentos en el país. La crisis alimenticia sentó un precedente de proteccionismo a la producción agrícola (por razones estratégicas de seguridad) que se mantiene hasta hoy. La política de neutralidad de Suecia durante la Segunda Guerra Mundial se mantuvo, pero al precio de que permitiera el traslado por territorio sueco de aproximadamente un millón de soldados nazis para invadir y ocupar Noruega.

Suecia promovió la distensión entre el Este y el Oeste durante la Guerra Fría y tomó parte activa en los esfuerzos en favor del desarme internacional. Un pilar de su política exterior fue el apoyo a la ONU. En esta labor se destacó particularmente Dag Hammarskjöld, Secretario General de la ONU a partir de 1953. Durante su mandato, la ONU desempeñó un importante papel de mediación en varias crisis internacionales, como la del Canal de Suez, en 1956. Hammarskjöld murió en 1961 en África en un accidente de avión.

Durante los años setenta el crecimiento económico se enlenteció, en parte debido al aumento del precio del petróleo en 1973. La mitad del abastecimiento energético del país corresponde al petróleo importado. La crisis económica explicitó un descontento con el «Modelo Sueco», lo que fue aprovechado por la clase empresarial y los partidos políticos que representaban a la burguesía y sus intereses

En 1976 se quebró la hegemonía de la socialdemocracia y una coalición de tres partidos (Centro, Liberales y Moderados) asumió el gobierno. Seis años más tarde la socialdemocracia volvió al poder y renovó su mandato en 1988. En 1986, fue asesinado su líder Olof Palme, en un crimen no esclarecido hasta el presente. Ingvar Carlsson lo sustituyó en el cargo de primer ministro.

En los años siguientes al asesinato de Palme, el Parlamento investigó la supuesta intervención del gobierno dirigido por él y la empresa Bofors en maniobras de soborno vinculadas con la venta de armas a la India. Las leyes suecas prohíben el comercio de armas con regiones donde existan tensiones militares o con naciones en guerra. La investigación reveló, entre otras cosas, que integrantes del SAP llevaron a cabo operaciones de espionaje ilegales, malversaron fondos y promovieron pistas falsas como explicación del asesinato de Palme.

En las elecciones de setiembre de 1991, Suecia volvió a tener una coalición burguesa en el gobierno. Bajo el mandato del premier Carl Bildt, se puso especial ahínco en desmantelar buena parte del Estado de Bienestar y se abandonó definitivamente la política de pleno empleo que caracterizó durante décadas a la gestión del SAP. La crisis, que se reflejaba en las relativamente altas cifras de desempleo, fue el trasfondo de una ola de xenofobia y de ataques contra extranjeros desconocida hasta entonces en el país.

El 26 de agosto de 1993 el rey inauguró un nuevo Parlamento para la población sami de Laponia. Al mismo tiempo siguió sin resolver una disputa con el gobierno a raíz de su abolición del derecho exclusivo de los sami, de cazar en sus terrenos de cría de renos.

Tras una disputada campaña electoral, el 52% de los votantes en un referéndum aprobaron la entrada de Suecia en la UE en 1994. Gran parte de la clase política y numerosos empresarios eran partidarios del ingreso y se oponían grupos izquierdistas y ambientalistas. El ingreso a la UE se hizo efectivo el 1º de enero de 1995. Un año más tarde, el ex-ministro de Finanzas, Göran Persson, sustituyó a Carlsson como premier.

En 1996 se divulgó que unas 60 mil personas, en su mayoría mujeres, fueron esterilizadas entre 1935 y 1976, como parte de un plan del gobierno que tenía por objeto evitar que «seres humanos inferiores se multiplicaran». El concepto de «pureza» de la raza sueca había sido definido en 1922 por el Instituto de Biología Racial de Uppsala. El gobierno autorizó una investigación parlamentaria al respecto.

En 1998, Persson fue reelecto, aunque el apoyo de los votantes para el SAP (36%) fue el más bajo en casi 60 años. Dos años después se inauguraba el puente que unió la ciudad de Malmö con la capital danesa Copenhague, lo que permitía llegar de un país a otro en auto en tan sólo 15 minutos.

La socialdemocracia retuvo el gobierno luego de las elecciones en 2002, nuevamente con Persson como primer ministro. Se convocó a un nuevo referéndum para determinar si Suecia entraría en la Unión Monetaria Europea (EMU) y adoptaría el euro como moneda, en reemplazo de la corona. Pocos días antes de que se realizara el mismo, en el mes de setiembre, la canciller, Anna Lindh, fue apuñalada mientras hacía sus compras en un supermercado. La muerte de Lindh fue inicialmente vinculada al polémico referéndum sobre EMU. Luego se determinó que el asesino, Mijailo Mijailovic, sueco hijo de inmigrantes serbios, había actuado guiado por móviles sólo parcialmente políticos y que en realidad se trataba de alguien mentalmente muy inestable.

Mijailovic fue sentenciado a cadena perpetua en marzo de 2004. Si bien las pruebas siquiátricas concluyeron que éste se encontraba sano cuando atacó a Lindh, nuevos exámenes médicos realizados determinaron que el asesino padecía una enfermedad mental. La Corte de Apelaciones conmutó la cadena perpetua que había sido impuesta y Mijailovic fue trasladado a un hospital psiquiátrico.

El resultado del referéndum (en contra el ingreso de Suecia a EMU) fue un duro revés para el gobierno de Persson y tuvo importantes repercusiones políticas en varios países europeos como Inglaterra, que también se oponía al proyecto de una sola moneda para toda Europa.

En 2004 el tema del terrorismo se instaló en la agenda política del país. En enero, el embajador israelí en Estocolmo, Zvi Mazel, destruyó una instalación artística que se exhibía en el Museo Histórico de la ciudad por interpretarla como anti-semita, lo que provocó una crisis diplomática entre ambos países.

En el mes de mayo de 2005, la ONU responsabilizó a Suecia de violar la convención internacional contra la tortura, tras negar asilo al ciudadano egipcio Ahmed Agiza, quien había solicitado asilo político en 2001. Egipto había condenado –en ausencia– a Agiza a 25 años de prisión por ser un antiguo miembro de la Jihad Islámica egipcia. Según la ONU existían datos relevantes que sugerían que Agiza podría ser víctima de torturas en su país.

En febrero de 2006, la ministra de Desarrollo Sustentable, Mona Sahlin, declaró que el gobierno esperaba que la economía del país dejara de depender del petróleo para el año 2020, sin necesidad de construir nuevas plantas nucleares, apostando a las fuentes de energía renovables. Suecia ha venido invirtiendo en proyectos de energía renovable que ya en 2003 generaban 26% de la energía consumida por el país. En el resto de los países de la UE, las fuentes renovables apenas generaban 6% en promedio.

Un análisis realizado por el Foro Económico Mundial, en mayo, mostró que Suecia es el país con mayor igualdad entre sexos. En Suecia, las mujeres cuentan con casi las mismas posibilidades que los hombres de acceso a puestos políticos, al mundo económico y a educación de calidad.

A principios de octubre, el líder conservador Fredrik Reinfeldt fue designado primer ministro tras una ajustada votación parlamentaria que concretó el desplazamiento de los socialdemócratas, quienes habían gobernado 65 de los anteriores 74 años. Si bien los socialdemócratas habían obtenido el mayor caudal de votos en las elecciones de setiembre (35%), la posterior alianza de los cuatro partidos de centro y derecha le otorgaron la mayoría a Reinfeldt.

A mediados de mayo de 2007, la Junta de Migraciones tomó la resolución de deportar a los hombres solteros afganos que se encontraran en condición de asilados, lo que despertó protestas y marchas en Estocolmo. Diez ciudadanos afganos comenzaron una huelga de hambre que duró una semana, al tiempo que Amnistía Internacional y la Cruz Roja Internacional se sumaron a las protestas. La Corte de Apelaciones para cuestiones de inmigración señaló que la decisión se había tomado porque «las condiciones en Afganistán para que se reintegren los varones solteros eran buenas».