El territorio que conformó a partir de 1923 la República de Turquía, ha albergado numerosos pueblos desde antes del milenio X a.C.

Las figuras de animales grabadas en cuevas de los alrededores de Anatolia (nombre que con el tiempo darían los antiguos al territorio asiático de la actual Turquía, al igual que el de «Asia Menor») fueron los hallazgos más antiguos. En Hacilar se encontraron representaciones antropomórficas (VII milenio a.C.).

Los murales de la ciudad prehistórica de Catalhuyuk permitieron conocer hábitos, vestimentas y divinidades de un pueblo agricultor autóctono de entre mediados de los milenios VII a.C. y VI a.C. que incursionó por el área del mar Mediterráneo.

La fortificación, la escultura y la pintura sobre cerámica de la ciudad de Mersin alcanzó, entre 5.500 a.C. y 4.500 a.C, un pico de inventiva. En la segunda mitad de ese período, las condiciones de vida de los pobladores de la región (donde existía cobre, bronce, hierro, oro y plata) fueron revolucionadas por el desarrollo de la metalurgia.

A partir del IV milenio a.C., hasta 2300 a.C., en que invasores indoeuropeos –en su mayoría, aqueos provenientes de Tesalia, en el norte de la actual Grecia– ocuparon la costa suroeste y el centro del actual territorio de Turquía, se configuraron reinos entre los que se distinguieron: el de Troya (actual Hisarlik), el de Alisar Huyuk (en Anatolia central), el de Beycelsultán y Cilicia (en el sureste).

Las obras anatolias (de arquitectura, escultura, cerámica, pintura, etc.), contaban entonces, por sus relaciones diplomáticas y comerciales con Asiria y Mesopotamia, con un repertorio de símbolos cuneiformes, que inspirarían a los aqueos en su futura fundación de la cultura micénica (siglo XV a.C.), en la actual Grecia.

En el siglo XVII a.C., la cultura autóctona hatti de Alisar Huyuk se extinguió por la implantación del Imperio Hitita (indo europeo) que, en su expansión hasta Siria, compartió la hegemonía con los arameos (semitas nómades). La región de Cilicia permaneció bajo el control del reino armenio Urartu, hasta 250 a.C, en que fue derrotada por tribus partas (iraníes). Estas últimas fueron desplazadas por los romanos en 224.

El Imperio Hitita colapsó en el siglo XII a.C., con el inicio de una sucesión de invasiones por parte de tribus originarias de los Balcanes (frigios y tracios, entre otras) que habían ocupado Grecia, desde donde partieron expediciones por el Mediterráneo en el curso de los siglos VIII y VII a.C., que dieron lugar a la fundación de numerosas ciudades (Bizancio –actual Estambul– entre otras).

En el siglo VII a.C., los tracios conformaron el reino de Lidia (en el suroeste de la Turquía moderna), cuya prosperidad en el tráfico de oro, principalmente, permitió la introducción de moneda en Grecia.

Entre 546 a.C. y 334 a.C., el conjunto del territorio de Anatolia (Cilicia fue anexada en 250 a.C.) permaneció bajo el dominio del Imperio Persa aqueménide (de Irán), el que obligó a sus habitantes –de origen griego, en su mayoría– a combatir contra Atenas durante la Guerra del Peloponeso (431-404 a.C.), al tiempo que los inició a cultos maniqueos (mazdeísmo).

Alejandro Magno, quien invadió Asia Menor en 334.C., no consiguió imponer el dominio macedonio, ya que algunas de sus regiones fueron defendidas por príncipes locales y otras por los sirios. En los dos siglos siguientes incursionaron en el territorio tribus celtas, al tiempo que los romanos comenzaron a ocupar territorios. Estos últimos terminaron por anexar la totalidad de Anatolia como provincia del Imperio de Roma en el siglo I a.C.

A partir de la reconstrucción de Bizancio para su conversión en capital del Imperio Romano de Oriente, bajo el nombre de Constantinopla (334-340/1453), hasta su ocupación parcial por parte de tribus turco-mongolas oguz, en el siglo XI, Asia Menor permaneció bajo el dominio político, religioso y cultural del cristianismo.

La casa musulmana sunnita (ortodoxa) persa de los Seléucidas había islamizado a las tribus oguz (nómades chamanistas) en el curso del siglo X. Sin embargo, estas últimas, al igual que los antiguos habitantes de Asia Menor, se negaban a asimilar las regulaciones burocráticas que los persas se esforzaban por instaurar junto con sus prácticas religiosas (proliferaron mezquitas y academias).

En 1299, el jefe turco mongol Otman fundó en Anatolia un Estado independiente que, bajo el nombre de Imperio Otomano, sus sucesores extenderían a Asia, a Europa (por la conquista de la península de los Balcanes) y al África.

Tras repeler, en 1375, una invasión del ejército mameluco (en el poder de Egipto y Siria entre 1250 y 1517), los otomanos ultimaron al Imperio Bizantino (debilitado por los ataques de las Cruzadas) con la toma de Constantinopla, en 1453. Mohamed II el Grande la renombró Estambul, y la hizo capital de su Imperio.

Una vez nombrado califa (rey y jefe religioso del Islam), Selim I el Cruel acrecentó el Imperio Otomano al conquistar Siria, Egipto y parte de Mesopotamia, entre 1512 y 1520.

El sultanato de su sucesor, Solimán el Magnífico (1520-1566), cuya corte impulsó una cultura de síntesis de las tradiciones bizantina y seléucida (plasmadas en la arquitectura de la ciudad de Sinan –actual Mimar), marcó el apogeo del Imperio Otomano. En ese período, este último se alió a Francia. Así dominó el mar Mediterráneo, ocupó Marruecos, Argelia, Túnez, Libia, Hungría y llegó a sitiar Viena.

A partir de la muerte de Solimán, el Imperio Otomano se sumió en un proceso de declive cuyas causas fundamentales fueron la introducción de metales preciosos de América hacia Europa occidental y la expansión comercial de Inglaterra y Holanda.

En 571, la victoria naval de Lepanto señaló el triunfo de los cristianos a través de la Santa Liga, liderada por Juan de Austria y con apoyo español y pontificio, y marcó el final del control otomano sobre el Mediterráneo. Bajo el tratado de Karlowitz (1699), Lepanto retornó al control de los turcos, quienes debieron ceder Hungría a Austria, y parte de Ucrania y Podolia a Polonia. Asimismo, sucesivas derrotas frente a Rusia causaron la pérdida de los territorios al norte del mar Negro.

En el siglo XIX, los restos del Imperio Otomano conocieron crisis permanentes: sus regiones cristianas reivindicaron la independencia, al tiempo que numerosos pachas (autoridades administrativas) regionales se rebelaron. El único impedimento al desmembramiento final de este Imperio residía entonces en la rivalidad entre Rusia y Gran Bretaña, que se disputaban el control sobre los insurgentes cristianos.

A la Independencia de Grecia (1831-32), siguió la de Egipto (1839-41). El tratado de San Esteban, que puso fin a las guerras ruso-turcas de1877-78 formalizó grandes pérdidas territoriales para los otomanos. Asimismo, en el Congreso de Berlín (1878), las potencias europeas obligaron a estos últimos a retirarse de Serbia, Montenegro, Rumania, Bulgaria, Bosnia, Herzegovina y Chipre la que quedó en manos de los británicos.

De 1839 a 1876, los otomanos pidieron en empréstito grandes sumas al Reino Unido para revitalizar su economía. Las deudas socavaron las reformas impulsadas por el movimiento Tanzimat, mentor de una Constitución monárquica parlamentarista aceptada por el sultán en 1876, pero no aplicada.

En 1908, un movimiento reformista de universitarios y estudiantes de academias militares que se identificaron como los «Jóvenes Turcos» se rebeló exigiendo la puesta en práctica de la Constitución de 1876. Al año siguiente, el sultán Abdul Hamid fue depuesto por Mohamed V. Los Jóvenes Turcos condujeron políticas de defensa de la industria nacional, de secularización de las escuelas musulmanas y de las cortes y la introducción de los derechos de la mujer durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918). El moderno aparato de Estado del Tanzimat fue democratizado y se desarrolló la economía, la industria y la agricultura.

En 1911-12, Italia se apoderó de Libia (la última posesión otomana de África) y de Rodas, entre otras islas del Egeo. Asimismo, al cabo de las Guerras de los Balcanes de 1912-13, las posesiones turcas de Europa quedaron reducidas a Tracia oriental.

En la Primera Guerra Mundial (1914-18), el Imperio Otomano se alió con Alemania y el Imperio Austro-Húngaro. En ese lapso, los grupos étnicos minoritarios que permanecieron en territorio turco fueron brutalmente reprimidos por el ejército de los Jóvenes Turcos, que exterminó alrededor de un millón de armenios en 1915 en lo que sería el primer genocidio del siglo XX. Hasta el año anterior, buena parte de la industria, el comercio y las finanzas se encontraba en manos de griegos y armenios.

En 1919, un movimiento nacionalista turco organizado por el jefe militar Mustafá Kemal (llamado luego «Ataturk»: padre de los turcos) formó, en la ciudad de Ankara, un gobierno revolucionario que se negó a reconocer el tratado de Sevres.

Por el tratado de Sevres (1920), el Estado otomano resultó despojado de todas sus dependencias asiáticas, de Tracia oriental (excepto Estambul y sus suburbios), de Galípoli, de las islas del Egeo y de Esmirna, al tiempo que los estrechos del Bósforo y de los Dardanelos fueron declarados aguas internacionales. Asimismo, dicho tratado otorgaba la autonomía a la región turca de Armenia y a la zona habitada por los kurdos, que denominaron Kurdistán (repartida entre Turquía, Irak, Irán y Siria) donde se acababa de detectar yacimientos petrolíferos (el 100% del crudo de Turquía y el 74% del iraquí).

Tras demostrar su capacidad de mando, en 1922, al repeler una expedición de Grecia en Asia Menor, Kemal desplazó al sultán Mohamed VI y negoció un nuevo tratado (Lausana, 1923) para eximir a su país del pago de indemnizaciones de guerra, anular privilegios otorgados a comerciantes extranjeros y fijar las fronteras actuales de Turquía, en desconocimiento de la autonomía de Kurdistán.

En 1923, una vez proclamada la República de Turquía, Ataturk fue electo presidente por la Asamblea Nacional, donde el Partido Republicano del Pueblo (PRP–fundado por este último) resultó mayoritario hasta 1950.

Ataturk proscribió los dos partidos opositores que llegaron a conformarse antes de su muerte. El movimiento separatista kurdo, con sus revueltas de 1925, 1930 y 1937 fue la única organización que desafió la estabilidad del régimen de Ataturk.

En aplicación del programa de su partido (del que la Constitución de 1937 es una transcripción), entre 1924 y 1937, Ataturk impuso a los turcos medidas fundacionales de una identidad nacional que apuntaban a desactivar las tradiciones imperiales: una Constitución laica y la abolición del califato, el turco como lengua oficial y la prohibición de expresarse en cualquier otro idioma, la introducción del alfabeto latino y del calendario gregoriano, el sufragio femenino, el aprendizaje curricular de una nueva versión de la historia turca, la supresión de los feriados musulmanes y del uso del velo para las mujeres, etc.

Turquía, que había recuperado el Bósforo y los Dardanelos en la Conferencia de Montreux de 1936 por parte de las potencias occidentales, se declaró neutral al estallar la Segunda Guerra Mundial (1939-45).

La economía centralizada del régimen autocrático de Ataturk exacerbó el atraso productivo que había contribuido a la extinción del Imperio Otomano. Tras la muerte de Kemal (1938), su sucesor y amigo, Ismet Inonu (1884-1973), quien percibió el riesgo de perder territorios linderos del mar Negro a manos de la URSS al culminar la Segunda Guerra Mundial, accedió a la instalación de bases militares y a préstamos de EE.UU., a partir de 1947. En contrapartida, el presidente turco debió adoptar medidas de liberalización.

Ese mismo año, Inonu habilitó el Partido Demócrata (PD, escindido del PRP), el Partido Nacional (PN, pro-Ataturk) y algunos órganos de prensa que funcionaron bajo censura, al tiempo que, al igual que su predecesor, aplicó el terror a activistas separatistas, religiosos, socialistas y comunistas. Entre sus víctimas de encarcelamiento figuró el poeta Nazim Hikmet (1902-63), cuya obra mayor –difundida en Turquía después de su muerte– sintetizó la diversidad ancestral de la poesía oral turca y revolucionó («despoetizó», según Hikmet) la métrica de la poesía escrita de su país.

En las elecciones de 1950, el candidato del PD, Celal Bayar, resultó electo presidente con 54% de los votos.

La gestión Bayar (1950-60) agudizó la dependencia económica y política de Turquía (que integró la OTAN en 1952) para con EE.UU. En ese período, el promedio anual de inflación alcanzó 15% y se inauguró un flujo emigratorio estructural de turcos hacia Europa.

El acuerdo anglo-turco-griego sobre Chipre de 1959 (que estipulaba el retiro de los británicos, pero no definía la soberanía sobre la isla de manera satisfactoria para sus habitantes turcos y griegos), una larga acumulación de denuncias de corrupción del gabinete del PD y el desempleo creciente generaron protestas de una envergadura que llevó al golpe de Estado del 28 de abril de 1960.

Tras el golpe, los militares turcos impusieron la ley marcial y conformaron el Comité de Unidad Nacional, donde musulmanes y laicos se enfrascaron en una puja que desembocó en la redacción de una Constitución laica, aprobada por referéndum al año siguiente.

La votación de las elecciones de octubre de 1961, que dieran la victoria a los partidos sucesores del proscrito PD (Partido de la Justicia –PJ, el más numeroso– Partido de la Nueva Turquía y Partido Campesino), repudiado masivamente 18 meses antes, denotó la confusión y el temor reinantes. El general Gursel fue electo presidente, al tiempo que el ejército impuso un gobierno de coalición presidido por Inonu.

Hasta la dimisión de ese gobierno, en 1965, que fue antecedida por un decreto de ley electoral (1964) para fraccionar la representatividad en las cámaras evitando la consolidación del PJ, Turquía conoció una ampliación moderada de las libertades civiles. Entre 1962 y 1964, el gobierno turco amnistió a los prisioneros políticos del ex PD y legalizó sindicatos (Confederación de Sindicatos de Trabajadores Reformistas y Trabajadores Turcos Marxistas).

En las elecciones de 1965, el PJ obtuvo 51% de los votos. El nuevo presidente, Suleiman Demirel (del PJ, reelecto en 1969), logró conciliar intereses sectoriales y atraer inversiones extranjeras, pero una escalada de violencia entre los movimientos izquierdistas Federación de la Juventud Revolucionaria Turca y Ejército de Liberación del Pueblo Turco (fundados en 1969) por un lado, y grupos radicalizados del PJ (que en 1970 formaron el Partido Demócrata) por otro, llevaron a que el ejército lo obligara a dimitir, en marzo de 1971.

En abril de 1971, una nueva coalición de gobierno formada a instancias del ejército decretó la ley marcial hasta las elecciones de 1973, cuando este último remplazó las cortes militares por «tribunales especiales de seguridad».

Los comicios de 1973 no aseguraron la mayoría a ningún partido. El candidato más votado fue Bulent Ecevit, del Partido Popular Socialdemócrata, fundado el año anterior por Ismet Inonu –a fin de modificar su imagen pública asociada al ejército, el ataturkista Inonu y sus partidarios del PRP se habían proclamado socialdemócratas, apelando a la adhesión tradicional que les profesaban algunos sectores del campesinado turco), seguido por el PJ y por el islámico Partido de la Salvación Nacional (PSN).

La ocupación militar turca del norte de Chipre en julio de ese mismo año (que provocó la división jurisdiccional de esa isla) suscitó contradicciones en el gabinete. Éste fue reemplazado por un comité de crisis que alternó en el gobierno con Ecevit y Demirel mientras al interior de Turquía recrudecían los enfrentamientos entre guerrilleros y ultra derechistas.

El 12 de septiembre de 1980, el general Kenan Evren disolvió el parlamento, suprimió todas las libertades y aplicó la ley marcial con una brutalidad que motivó denuncias de miles de violaciones a los DD.HH. por parte de varios organismos de Europa occidental.

En 1982, un retorno oficial a la democracia fue coronado por la redacción de una nueva Constitución que previó un sistema parlamentarista unicameral. Sin embargo, para las elecciones de 1983, 200 candidatos se encontraban proscritos.

Las elecciones de 1983 otorgaron la victoria al candidato de la nueva coalición de centro derecha, Partido de la Madre Patria (PMP), Turgut Ozal, ex funcionario del Banco Mundial.

En 1984, los separatistas kurdos fundaron el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PTK) y dieron inicio a una lucha armada en el sudeste de Turquía. Ese mismo año, el gobierno turco reconoció la República del Norte de Chipre.

En el año electoral 1987, la inflación alcanzó 87%. Sin embargo, la aceptación, ese mismo año, de la candidatura turca a formar parte de la Comunidad Económica Europea (CEE) benefició la popularidad de Ozal, quien obtuvo 36% de los votos, seguido por Demirel con 29%, con el Partido de la Vía Justa (PVJ).

Al aceptar la candidatura de Turquía, la CEE supeditó su ingreso efectivo a la firma de compromisos sobre el respeto de los DD.HH., a la normalización sus relaciones con Grecia (que implicaba negociar la jurisdicción sobre Chipre y el petróleo del mar Egeo), así como a la disminución del desempleo.

En 1988, tras comprometerse a respetar los derechos humanos ante el Consejo europeo y la ONU, el gobierno libró a Estambul de la ley marcial que había padecido por ocho años.

En octubre de 1989, pese a su derrota en las elecciones municipales de marzo por acusaciones de corrupción, Ozal consiguió los votos parlamentarios para renovar su mandato presidencial.

En agosto de 1990, Turquía cumplió con el pedido de bloqueo a Irak que le efectuara EE.UU. (tras la invasión a Kuwait), al interrumpir el flujo de petróleo iraquí hacia el Mediterráneo en los tramos de oleoducto que atravesaban su territorio y facilitar el acceso a sus aeropuertos y a las plataformas militares estadounidenses para bombardear Irak.

A fines de 1991 el ejército turco movilizó 20 mil efectivos al norte de Irak, en una operación de ataques a bases del PTK que suscitó denuncias de bombardeos sobre poblados kurdos.

En octubre de 1991, las elecciones parlamentarias otorgaron la victoria a Demirel (PVJ- 27% de los votos), quien se alió a Erdal Inonu (hijo de Ismet), del Partido Popular Socialdemócrata (escindido del PPR, tercero en esa votación) para ejercer el cargo de primer ministro. El Partido de la Madre Patria, que alcanzó 24% de los votos, anunció que pasaría a la oposición, aunque apoyaría toda medida tendiente a facilitar el ingreso de Turquía (que tuvo ese año 70% de inflación) a la CEE, por considerarlo de interés nacional.

A mediados de marzo de 1992, el proscrito PTK anunció la formación de un gobierno de guerra y de una Asamblea Nacional en el territorio que reclamaba como sede del Kurdistán. Al mes siguiente, Turquía y Siria establecieron acuerdos para combatir esa organización kurda de manera conjunta; en consecuencia, el gobierno sirio procedió a cerrar campos de entrenamiento del PTK en su país y prometió efectuar controles estrictos en su frontera.

En 1992, el Consejo de Europa instó a Turquía a reducir la represión contra la comunidad kurda. Ese mismo año, el gobierno de ese país autorizó la liberación de 5 mil presos del PTK, al tiempo que permitió la práctica (oral y escrita) del idioma kurdo en lugares públicos, por lo que, en noviembre, la CEE fijó para 1996 la incorporación de Turquía al régimen de unión aduanera (primer paso para su completa integración).

Al producirse la muerte del presidente Turgut Ozal, en abril de 1993, Demirel fue elegido como sucesor, al tiempo que Tansu Ciller, ministra de Asuntos Económicos, asumió el liderazgo del PVJ y fue nombrada premier. La primera mujer turca en ocupar el cargo anunció la aplicación un programa de reducción del gasto público suscitando, en julio de ese año, varios días de paro y manifestaciones en los que participaron unos 700 mil trabajadores estatales de Ankara, Estambul e Izmir.

En 1995, el gobierno lanzó su mayor ofensiva contra el PTK en un operativo para el que destinó 35 mil soldados. En dicho operativo, el ejército turco contó con el apoyo de kurdos iraníes del Partido Democrático de Kurdistán para desalojar bases del PTK y poblados kurdos de Turquía.

El PVJ y el PMP formaron un gobierno de coalición dirigido por Mesut Yilmaz (PMP), que entró en funciones en marzo de 1996 y, al mes siguiente, firmó un acuerdo de cooperación militar con Israel. El 24 de abril, en días previos a festividades musulmanas, Turquía mantuvo cortado el suministro de agua a la ciudad de Damasco (Siria), alegando dificultades técnicas en una de sus represas.

En junio de 1996, a tres meses de conformada, la alianza gubernamental colapsó y el PVJ optó formar una coalición con los islamistas del Partido de la Prosperidad (PP), liderado por Necmettin Erbakan, quien resultó el primer musulmán en ejercer la jefatura de gobierno en Turquía desde 1923. El PP había obtenido 158 de las 550 bancas del Parlamento en base a una campaña sustentada en la promesa de crear organizaciones islámicas para contrarrestar la influencia de la OTAN y de la Unión Europea (UE) en los asuntos internos de Turquía.

En enero de 1998, la Corte Constitucional, que había acusado a Erbakan el año anterior de «llevar al país al borde de la guerra civil y conspirar contra el régimen laico» (mientras el ejército afirmaba que el líder del PP mantenía relaciones con organizaciones islámicas clandestinas), le prohibió ejercer la actividad política por cinco años, al tiempo que disolvió su partido. Este último devino, de inmediato, el Partido Islámico de la Virtud (PIV).

En julio de 1999, el líder del PCK, Abdullah Ocalan, fue condenado a muerte, tras haber sido extraditado cinco meses antes desde la embajada griega de Kenia, donde había solicitado asilo. Ese mismo año, Grecia levantó su veto en la UE para el ingreso de Turquía y manifestó su voluntad de iniciar conversaciones sobre una unificación de Chipre.

Alrededor de 20 mil personas murieron ese mismo año en el noroeste de Turquía a causa de dos terremotos con epicentro en la ciudad de Ismit.

El Partido de la Izquierda Democrática liderado por Ecevit obtuvo 22% de votos y Ahmet Necder Sezer se convirtió en presidente.

Sezer, quien no adhirió a ningún partido político, inició un mandato de siete años en mayo de 2000. Aunque defendió el secularismo de los militares, los años previos a su nombramiento Sezer se mostró partidario de eliminar, de la Constitución de 1982, cláusulas limitantes de los derechos civiles para facilitar la integración de Turquía a la UE. Al mes siguiente, Ecevit fue nombrado primer ministro por amplia mayoría.

En julio de 2001, sectores musulmanes fundaron el Saadet (que se traduce «felicidad»), en reemplazo del PIV, que fuera proscrito por la Corte Constitucional el mes anterior bajo la acusación de realizar actividades anti-seculares.

Ese mismo año, la Corte Constitucional Europea por los DD.HH. declaró a Turquía culpable de violación a los derechos de los griegos de Chipre durante su ocupación del norte de esa isla. En un gesto de acercamiento, en marzo de 2002, el gobierno turco habilitó el pasaje de un gasoducto por su territorio para contribuir al abastecimiento energético de Grecia.

En las elecciones de noviembre de ese año, el sector islamista, nucleado en el Partido por la Justicia y el Desarrollo (PJD), obtuvo 365 escaños sobre los 550 con 34,3% de votos, seguido por el secularista PRP con 19,4%.

Aunque el líder del PJD, Erdogan, fue impedido por el gobierno de presentar su candidatura para las elecciones de 2002, la campaña electoral de su partido retomó sus promesas de eliminar de la Constitución los principios seculares.

Abdullah Gul (PJD), nombrado primer ministro en noviembre de 2002, cedió ese cargo en marzo de 2003 a Erdogan, tras efectuarse modificaciones reglamentarias que permitieron su designación.

La popularidad de Erdogan se sustentó en una trayectoria de auto superación que le permitió acceder a la Universidad y a la alcaldía de Estambul, pese a provenir de una familia pobre. Al asumir las funciones de primer ministro, Erdogan aseguró que orientaría su gestión en atención a los requerimientos de la UE para la admisión integral de Turquía (convertida en el primer miembro de la OTAN con un gobierno islámico) en ese organismo, que estimó para 2012.

El año anterior, los precios al consumo de los turcos habían aumentado 45%. Asimismo, 50% de los gastos del gobierno de Turquía fueron destinados al pago de intereses de su deuda externa, por lo que debió recurrir a un nuevo préstamo del FMI, bajo la condición de reducir el gasto público y aumentar los impuestos.

El mes de la asunción de Erdogan, el parlamento decidió impedir a EE.UU. el uso de bases militares en Turquía para ataques hacia Irak, aunque le permitió sobrevolar su territorio.

En noviembre de ese año un atentado con coche bomba frente a una sinagoga de Estambul provocó la muerte de 25 personas e hirió a más de 200. Dos días más tarde, dos atentados coordinados en el consulado y en un banco británicos causaron 25 víctimas mortales.

En febrero de 2004, el Consejo Europeo presentó a Ankara un proyecto para el respeto efectivo de los derechos de los kurdos basado en un informe de Amnistía Internacional, donde se denunció, además de 30 mil asesinatos, miles de «desapariciones», la destrucción masiva de poblados, torturas, malas condiciones carcelarias, violencia sexual contra mujeres, etc., por parte de las fuerzas del orden de Turquía.

Al tiempo que exigió la aplicación de dicho proyecto, el Consejo Europeo instó al gobierno turco a ratificar el estatuto de Roma para el establecimiento de una Corte Internacional Permanente, a limitar el número de militares en el Consejo de Seguridad Nacional (que cumple funciones de tutoría sobre las instituciones) y a disolver los «tribunales especiales de seguridad» por sus modalidades abusivas de los derechos humanos. Asimismo, el citado organismo solicitó a Turquía realizar las negociaciones necesarias para una rápida rectificación de abusos contra civiles chipriotas griegos.

En abril de 2004, los habitantes de Chipre (turcos y griegos) se pronunciaron en un doble referéndum sobre su voluntad de reunificación del norte (turco) con el sur (griego) de la isla (programa de la ONU) y sobre su deseo de integrar la UE. Mientras los chipriotas griegos votaron «No» a lo primero (imposibilitando la reunificación) y «Sí» a lo segundo, los turcos chipriotas se pronunciaron a favor de ambas integraciones políticas. Ante la posición conciliadora de estos últimos, quienes sufren un aislamiento casi total (sólo pueden intercambiar con Turquía) la UE prometió estudiar la implementación de un plan de desarrollo económico.

Durante las últimas dos décadas, los cárteles turcos de droga controlaron la recepción de la mayor parte de la heroína destinada a unos 30 millones de europeos. Del mismo modo, recibieron de Europa las sustancias químicas para su procesamiento en Turquía y convirtieron a este país en el principal empalme del narcotráfico entre Asia y el viejo continente.

En junio de 2004, se realizó en Estambul la cumbre de la OTAN bajo grandes medidas de seguridad. Rechazada por pacifistas y ambientalistas turcos, la cumbre dejó como saldo cuatro muertos y varios heridos en dos atentados en Estambul y Ankara. La misma finalizó sin lograr que Turquía, como pretendía Estados Unidos, aceptara intervenir en Irak. Ankara se limitó a ofrecer ayuda bilateral a su país vecino. El rechazo de Alemania y muy en particular del presidente francés, Jacques Chirac, resultó decisivo para anular el intento de Washington de que la OTAN se hiciera presente en el país árabe (ver historia de Irak).

El país adoptó una nueva moneda, la nueva lira o YTL, en un intento por generar mayor estabilidad económica, el 1 de enero de 2005. Una nueva lira equivalía a un millón de las viejas.

Dos días antes de la celebración del Día Internacional de la mujer, en marzo de 2005, la policía utilizó cachiporras y gas lacrimógeno para dispersar unos pocos centenares de manifestantes, en su gran mayoría mujeres, que exigían reformas políticas que garantizaran los derechos de la mujer en el país.

Un día antes, la UE había aprobado iniciar conversaciones formales con Estambul que propiciaran su ingreso al bloque internacional. En la mesa de negociaciones figuraba la exigencia de que Turquía negociara con el gobierno griego en Chipre, no reconocido por Estambul, y reformas democráticas, que incluían especialmente los derechos de la mujer. La UE manifestó de inmediato su consternación por la violencia utilizada para reprimir a las manifestantes.

En el mes de mayo de 2006, diez personas murieron en enfrentamientos armados, en la provincia suroriental de Sirnak, entre militares turcos y separatistas del PTK. Las víctimas fueron cinco militares, tres guardias rurales y dos rebeldes.

Debido a una explosión de gas metano en una mina de carbón, en junio de ese año, murieron 17 obreros y otros ocho resultaron con heridas de distinta magnitud. Tras distintas versiones de las causas del siniestro, el ministro de Energía, Hilmi Guler, señaló que el colapso no había sido causado por negligencia.

En noviembre de 2006 la Comisión Europea instó a Turquía a abrir sus puertos a los barcos chipriotas para mediados de diciembre o enfrentar un posible congelamiento en las negociaciones sobre su ingreso a la UE. La comisión expresó, además, gran preocupación por algunas denuncias de tortura y no respeto de los derechos humanos. se insistió en la inmediata eliminación o reforma del artículo 301 del Código Penal, por el cual los escritores podían ser perseguidos por “insultar la identidad turca”.

Tras negarse el Parlamento a nombrar al ministro de Relaciones Exteriores Abdullah Gul como presidente, en mayo de 2007, Erdogan llamó a elecciones anticipadas para el mes de julio. En los comicios, el partido del primer ministro, el PJD, obtuvo 340 de los 550 asientos parlamentarios. Si bien esto era una amplía mayoría, el PJD no obtuvo los dos tercios del parlamento, necesarios para designar su propio candidato a la presidencia.