Reportes Especiales
Melanesios y Polinesios: culturas sobrevivientes

Los archipiélagos de Micronesia, Melanesia y Polinesia fueron habitados originariamente por melanesios y polinesios. Los melanesios (del griego:melas, negro,nesio, islas) están asentados en un grupo de islas del Pacífico sur, como Nueva Guinea, Kanaky (Nueva Caledonia), Vanuatu, Salomón, Fiji, Santa Cruz, así como en otras más pequeñas y en los archipiélagos de Bismarck y el de las Luisíadas. Por sus características físicas, constituyen una población homogénea. Debido a la pigmentación oscura de su piel y el pelo crespo ensortijado, los melanesios fueron clasificados en el pasado como grupo negroide. No obstante, existen estudios recientes que vinculan este grupo a los papúes e incluso a las comunidades de aborígenes que habitan en Australia. En tanto, los polinesios, si bien pertenecientes al mismo grupo étnico originario, se distinguen de los melanesios por una constitución física más robusta, piel clara y pelo liso y, aunque conservan rasgos comunes como las lenguas y el aspecto físico, han diversificado sus sociedades.

Los primeros melanesios arribaron, probablemente desde el sur del continente asiático, hace unos 40 mil años. Desde hace unos 9.000 años, estas comunidades empezaron a sobrevivir de la agricultura, principalmente de la caña de azúcar. Más adelante, también se especializaron en el comercio y la tecnología marítima, así como en la pesca. En general, se movían en grupos reducidos, cuya permanencia en algún sitio dependía del ciclo de duración de los cultivos. Por su parte, los polinesios descienden probablemente de los austranesios, antiguos navegantes que desde Asia del Sur llegaron, a partir del año 4.000 a.C., hasta los archipiélagos del Pacífico y poblaron Nueva Zelandia, las Islas Samoa, la Polinesia Francesa, Tonga, Tahití, Hawai y otras islas más pequeñas donde todavía habitan.

Los diversos idiomas que hablan –aunque cada vez en menor número– melanesios y polinesios, son una clara muestra de la excepcional diversidad lingüística que existió en Oceanía, donde se hablan un cuarto de las lenguas del mundo. Las lenguas melanesias y polinesias pertenecen a la familia de las lenguas malayo-polinesias, más precisamente a la rama oriental de este grupo, que reúne más de 800 dialectos, y son habladas por una población aproximada de cinco millones de habitantes. Los melanesios hablan más de 400 de los dialectos que conforman el grupo. El principal, utilizado en Fiji, es hablado por casi la mitad de la población, unas 334 mil personas, y es empleado en periódicos y publicaciones oficiales. Otros dialectos son el motu, el roviana, el bambatana, el tolai y el yabem.

En términos religiosos, el cristianismo fue ganando espacio y reemplazando en forma progresiva las formas de religión tradicional, son muy pocas las localidades donde las creencias ancestrales han logrado sobrevivir al empuje del cristianismo. 

La gran diversidad cultural, social y lingüística se vio arrasada, primero por la llegada de los europeos y después por el empuje de la globalización. Prácticamente no quedan lugares donde la cultura occidental –en forma de nuevos alimentos, vestimentas, músicas y danzas– no haya llegado. Los jóvenes nativos se han adaptado rápidamente a estas nuevas formas, dejando de lado las costumbres ancestrales.


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