Estados Unidos: dos platos de calentamiento global El presidente estadounidense George W. Bush, insatisfecho con los resultados de un informe científico acerca de calentamiento global presentado por el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de Naciones Unidas (IPCC)*, pidió a fines de 2001 un nuevo estudio a la Academia Nacional de Ciencias (NAS) de Estados Unidos. Bush se había comprometido durante su campaña electoral a regular las emisiones de dióxido de carbono (reconocido como una de las causas del calentamiento global), cumpliendo con el Protocolo de Kioto (previamente firmado, aunque no ratificado, por Estados Unidos). Según este protocolo, la mayoría de los países industrializados debía realizar recortes en las emisiones de gases que provocan efecto invernadero. El reporte sumario del IPCC había afirmado que las acciones del hombre habían contribuido "sustancialmente al calentamiento observado en los últimos 50 años". Un reporte anterior, también del IPCC, había predicho que, de continuar la tendencia actual, la temperatura de la atmósfera podría aumentar entre 1 y 3,5 °C para 2100. El último reporte expandió la banda de calentamiento de 1,5 a 6 °C. En el estudio pedido a la NAS, Bush buscaba apoyo científico que justificara su rechazo a ratificar lo acordado en Kioto. Sin embargo, el informe de la NAS no hace más que confirmar las conclusiones del IPCC. El primer párrafo del informe indica que "los gases de efecto invernadero se están acumulando en la atmósfera terrestre como resultado de las actividades humanas, provocando el aumento de las temperaturas en el aire de la superficie terrestre y en las profundidades de los océanos. Las temperaturas están efectivamente aumentando. Los cambios observados a lo largo de las últimas décadas son principalmente consecuencia de las actividades del hombre, aunque no podemos excluir la posibilidad de que algunos cambios significativos se deban a variaciones naturales. El aumento del calentamiento inducido por el hombre y el consecuente aumento de los niveles de agua del mar se espera que continúen durante el siglo XXI". La NAS prevé un aumento de las temperaturas para el este siglo ligeramente menos alarmante que el que maneja el IPCC, y sus conclusiones agregan nuevas previsiones y advertencias a las realizadas por el panel internacional. No obstante, reafirma que el calentamiento global debería ser considerado seriamente. Por lo demás, el NAS ratifica considerablemente las concusiones del IPCC: "La conclusión del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático respecto a que, en su casi totalidad, el calentamiento observado en los últimos 50 años se debe al aumento de las concentraciones de gases de efecto invernadero, refleja fielmente el actual pensamiento de la comunidad científica sobre este tema...". La NAS rechazó asimismo la insinuación, realizada por integrantes del equipo de gobierno de Bush, respecto a que el procedimiento de ONU estaba siendo políticamente manipulado. Si bien la NAS afirma que el reporte de IPCC pone mucho más énfasis en la responsabilidad del hombre en el cambio climático que en las incertidumbres que rodean al tema, los autores de su informe sugieren que "esta diferencia de énfasis parece ser el resultado de un proceso sumario en el que los científicos trabajan con quienes elaboran las políticas". Para aquellos que, como el presidente Bush, esperaban que la NAS rechazara las conclusiones del IPCC, el informe presentado por el principal organismo científico estadounidense parece ser un duro revés que los obliga a nuevos artilugios retóricos para justificar el intento de salvaguardar sus intereses. Es que, a pesar de que algunos integrantes de la NAS aclararon que su reporte no apoyaba en absoluto el Protocolo de Kioto, lo cierto es que ya no quedan dudas respecto a cuán seria amenaza es el calentamiento global. |